miércoles, diciembre 31, 2008

Reflexiones express: los nabos

Nabo es el que te manda millones de mensajes y al final te deja plantada

Nabo es el que te manda millones de mensajes y sigue esperando que le contestes

Nabo es el que dice sos la persona correcta pero llegaste en el momento equivocado

Nabo es el que no dice que llegaste en el momento justo y sos la persona correcta

Nabo es el que dice "vos no sos una mujer para la joda"

Nabo es el que no dice que "sos una mujer para la joda"

Nabo es el que jode para que le des bola y sí lo hacés aclara que sos una mujer para la joda

Nabo es el que dice que no sos una mujer

Nabo es el que te pregunta edad, sexo, profesión y signo

Nabo es el que no dice su edad, su sexo, su profesión y su signo

Nabo es el que dice “sos interesante”

Nabo es el que no para de hacerse el interesante

Nabo es el que habla y habla sin darse cuenta que te estás durmiendo

Nabo es el que no habla aunque se esté muriendo de sueño

Nabo es el que te besa después de tres años de hacerse el amigo

Nabo es el que te besa y después de tres años de relación se hace el amigo

Nabo es el que problematiza la “nabitud” (para Gute ¿la navitud de navidad?)

Nabo es el que espera que esta “nabitud” sea diferente

Nabo es el que hace balances de fin de año

Nabo es el que los balances de fin de año siempre le dan igual

Nabo es el que cree que el año que viene será diferente

Nabo es el que no hace nada para que el año que viene sea diferente

Nabo es el que festeja fin de año con quienes no pasaría un fin de semana

Nabo es el que pasaría un fin de semana con quienes festeja un fin de año

Nabo es el que se pone en pedo con sidra

Nabo es el que no toma sidra por temor a ponerse en pedo

Nabo es el que se va a fumar al baño

Nabo es el que se fuma hasta el bonsái que encuentra en el baño

Nabo es el que se hace el oriental por usar sahumerios y comer sushi

Nabo es el que no come sushi y se quema con un sahumerio

Nabo es el que dice “naik”, y critica el que dice “nique”

Nabo es el que no tiene amigos

Nabo es el que tiene un millón de amigos

Nabo es el que pide perdón en exceso

Nabo es el que en exceso no pide perdón

Nabo es el que no pide perdón cuando cometió un exceso

Nabo es el que no llora cuando le duele

Nabo es el que llora cuando no le duele

Nabo es el que manda cadenas

Nabo es el que no me responde

Nabo es el que deja de propinas monedas

Nabo es el que no deja propina

Nabo es el que deja propina cuando el mozo lo atendió mal

Nabo es el que te dice “tenés actitud”

Nabo es el que tiene actitud pero “no dice nada”

Nabo es el que mira tu perfil buscando coincidencias

Nabo es el que no mira tu perfil y busca coincidencias

Nabo es el que busca coincidencias

Nabo es el que busca

Nabo es el que…

Nabo es él

Nabo es

Nabo

“Nabos somos todos” (por Gute y Leri)

FELIZ 2009 para todos los nabos que habitamos este hermoso planeta ¡VIVA LA NABITUD!


Gracias Eugue, Re de http://gintonicsentimental.blogspot.com/2008/07/nabos.html

martes, diciembre 30, 2008

El amor es cursi; sino, no sería amor

a Alejandro

Hete aquí mi letra, una vez más
que no es igual a las otras,
ni veces, ni letras,
es distinta
y no por capricho,
sino porque tú- voz hace la diferencia en mi trazo.
Hete aquí la esperanza puesta en vos,
sobre todo en tus ojos profundos de ébano inalterado,
a pesar de lo injusto que ha sido el destino,
a veces con vos.
Hete aquí tu cuerpo como salto etéreo
hacia una nube sin sombras,
alejada ya de tormentas pasadas,
sobrevolando cúpulas
exorcizando embrujos y miedos y pecados perdonables,
Hete aquí tu respiración adulta
como un ritmo a contratiempo de la vida cotidiana,
de abrumadoras rutinas diarias,
a contratiempo está ella en mí,
deteniendo el tiempo en un azar cuasi perfecto,
como auroras tardías.
Hete aquí el sueño puesto en mi almohada
perfumada ahora con tu cuello limpio de pesares,
tu sueño reposa junto al mío
mientras nuestros dedos y piernas y torsos
tejen entramados para nuevos sueños
que aguardan sin desesperación unirse a nuestros besos,
Hete aquí el amor, cursi cuasi perfecto ,
dulce, tierno,
mi amor de calesita,
de mate amargo en la cama a cualquier hora,
sin sombreros,
mi amor hecho
Hete aquí el amor,
donde ya no tiene sentido el miedo,
pues este perece a tus pies
reverenciándote en silencio

Gute


sábado, diciembre 27, 2008

Intimas Verdades 2

Cuando me bañaba, cuando era chica, me gustaba mirar el borde de la bañadera cuando se vaciaba. El agua junto con la luz armaban una formas que yo me detenía a mirar, y me metía dentro de esas formas y me imaginaba que era un parque de diversiones semi abandonado, donde podía subirme a cualquier juego. Era de noche.

En mi parque de diversiones era de noche y me pasaba un largo tiempo imaginando cosas, viendo el borde de la bañadera desde adentro, vacía. Hasta que venía mi madre y me preguntaba si estaba bien, si necesitaba algo, si me faltaba mucho. Yo le decía que en unos minutos saldría, tenía antes que despedirme de mi parque de diversiones.

Agustina "Gute" Saubidet

PD: imposible de ilustrar un recuerdo así

viernes, diciembre 26, 2008

A mi/s perrito/s chic


... ya no tiene piolin.


Aún en las repeticiones, teníamos plena conciencia de que ya no éramos los mismos.

Y esa certeza de que nadie nos quitaría lo bailado, ni el placer de volver, distintos, a nuestros cambiados amigos; constituía un motivo más que suficiente para reír, bailar, saltar, brindar, abrazar, besar, habitar, volver...

Leri.-

jueves, diciembre 25, 2008

Retrospectivamente hablando: antes del miedo a los ascensores


Antes de mis días fatales, tuve días de dicha. Días en que dormir era molesto porque cortaba la felicidad y podía entonces dormir menos, comer poco, escribir mucho, besarte todavía más.
Trabajar era un trámite rápido, lo importante era salir corriendo para estar con vos y vivir momentos eternos, etéreos, quedarnos hasta las tres de la mañana haciéndonos cosquillas, durmiendo en el living tirados en un colchón.
Nuestro amor no era convencional o al menos eso creía yo, encontraba, a pesar de tu burla, poesía en cualquier parte de buenos aires. El enojo por tus promesas no cumplidas se me pasaba rápido; volvía a creer en vos con la misma rapidez con que hoy preparo un lavado de ropa. Escribía sobre el amor con la misma facilidad que antes escribía sobre la tristeza, salvo que cuando uno está enamorado dice cosas cursis, y no importa, porque lo importante es escribir; escribir sobre ese amor y no sobre el amor; una necesidad de escribir su diferencia con el resto de los amores: su singularidad.
En cambio cuando uno está triste escribe cosas tristes con una profundidad y una realidad que el enamoramiento no tiene: con una crueldad que se impone presta a describirse con dictámenes aún más crueles.
Existe entonces eso que yo llamo estados totales: uno es el amor; el otro es la desesperación de saberse atrapado en la tristeza.
El amor como toda ficción vuelve bello en su esencia hasta la birome que no funciona. La tristeza, en cambio, ignora a la birome y la usa simplemente de metáfora para describir eso indescriptible que se siente con la exacta nitidez con que antes, cuando estábamos enamorados, descubríamos el mundo.
Un texto saca otro texto pero no te llenes de borradores, dice el dicho
Cuántas veces he escrito desde estos lugares y ahora corrida de ambos, me encuentro perdida entre grises.
En los momentos de mayor enamoramiento mi amigo Alejo me decía que ahora iba a escribir distinto, que mis textos iban a ser distintos, porque el amor cambia todo y uno se atreve a escribir cosas así:

“Te miré con deseo, hallándome cubierta de narrativas”

Lo de las narrativas me gusta, lo del deseo, mmm está de más (desde la postura gris, lo digo) eso está de más. Me gustaría sacarlo porque es cursi, es falso, es pobre

“Mi cultura inmensa, mi cuerpo, mi luna
Llorar de espanto y de tu ausencia”


Así seguía el texto y esto sí, me gusta más…la palabra ausencia se justifica más que la palabra deseo, quizás porque la ausencia tiene una razón, justifica un texto. En cambio el deseo, el deseo es otra cosa, el deseo no escribe, el deseo pasa, transforma la vida, y se diluye (con suerte nos habita, si lo dejamos).
La ausencia se queda y se inscribe en mí, se detiene a pasar largas horas y me mira. “A fin de cuentas -me dice la ausencia- ellos se van siempre y yo soy la única que me quedo a hacerte cosquillas.”

Agustina Saubidet
Foto Gonza Saenz

sábado, diciembre 20, 2008

"Milonga en do"


Mi problema con las diagonales de la plata es que no sé dónde cortarlas
Mi problema con las diagonales de cortazar es que no se donde lasagna
En fin, cómo hacer para “atar el azar a la hazaña” y no perder plata.


Agustina Saubidet

Gracias por la foto a

http://www.flickr.com/groups/otrogrupo/discuss/72157600734307699/



jueves, diciembre 18, 2008

He dicho: Gracias


Gracias a la muerte por demorar su llegada
Gracias a las copas de más y al vino tinto
Gracias a tu cuerpo hambriento
De mi cuerpo
Gracias al cigarrillo apagado a tiempo
Gracias al sahumerio y a las almohadas ajenas
A la noche de lunas con terrazas
y también a las lluvias torrenciales y a la ropa seca
gracias a la vida por venir a despertarme
gracias a vos por venir a sacarme los anteojos
cuando duermo o al besarte
gracias a las fotos y a las valijas de viaje
gracias al mate,
la peperina y el azúcar
a la risa que me hace doler la cara
gracias a esas lágrimas por no dejar mis pupilas
gracias al bondi vacío del domingo.
Gracias a ese domingo con él sin bondis
Gracias a la uva y sus vuenos haires
Al país sin viento, ni luces nocturnas
Gracias a la ventana por dejarme mirarla
Gracias a sivori, girondo, cortazar, pessoa
a la música en todos sus formatos,
Al baile en pareja y al comunitario
Gracias a las matemáticas por su desinterés en mi persona
Gracias a la filosofía por hacerse la interesante
En síntesis, gracias a la escritura
Porque sin ella no podría
estar agradeciendo nada.

Gute
texto by Agustina Saubidet
Foto By Gonzalo Saenz

lunes, diciembre 15, 2008

Intimas Verdades 1

Cuando tenía 22 años vivía en un departamento en el barrio de Monserrat: Salta 444, difícil de olvidar.
La casa tenía grandes ventanales por donde la luz de la luna entraba y algunas noches, la muy cretina ni me dejaba dormir. Pero lo más interesante que tenía el departamento, no era eso; sino que en primavera, entre las siete y las siete y media de la mañana, entraba una luz hermosísima, entre naranjas, rojos y ocres.
La primera vez que descubrí esa luz, observé cómo, a través de las rendijas de la persiana, se proyectaban sobre la pared del comedor un juego de luces y sombras infinito; y vi también que mi propia sombra no podía quedarse afuera de semejante acontecimiento.

Entonces ponía música y se quedaba mi sombra bailando horas y horas hasta que la luz se iba.

Durante tres años, en primavera, siempre llegaba tarde al trabajo.



Agustina Saubidet


Foto Purple Sky "comme d´habitude" de Gonza Saenz, un amigo de la casa, bah, un habitante más de la casa
http://www.flickr.com/photos/gonzalo_ar/235820425/in/set-1585397/

viernes, diciembre 12, 2008

La noche de las grandes verdades: “Las radios son todas impares” (a)


Hay verdades que sólo se nos imponen cuando alguien las dictamina. Me pregunto entonces cuantas verdades obvias nos rodean y uno ni las advierte, hasta que claro, uno las descubre y alguien nos muestra (o ambas, ¿por qué no?)

Ayer, en la noche de las librerías de la "Calle Corrientes"(evento que me pareció más que interesante por el sólo hecho de caminar por el medio de la avenida sin que me pisen los autos) me sentí bastante extranjera. Esto que podría ser una verdad para cualquiera, la descubrí ayer, caminando. La avenida que tanto había amado durante mucho tiempo, que tantas veces recorrí por diferentes razones, ayer era una gran puesta en escena, casi como la feria del libro. Me pareció más una cuestión comercial que un encuentro con la lectura. Las librerías estaban plagadas de personas, los cafés inundados. Todo estaba programado, ubicable, cronometrado; ahí nadie podía perderse, sólo había circuitos a seguir, a respetar; y ahí me di cuenta: mi amada avenida Corrientes ya no era Corrientes y no tenía que ver con los bondis.

Hasta que de repente, un auto hecho de libros viejos, como un torino pero de carrocería de textos, avanzaba por el medio de la avenida, pidiendo permiso entre la gente. Tres o cuatro personas subidas al auto, megáfono en mano, nos recordaba que el amor por los libros no tiene que ver con el comercio de libros, con aquello que nos quieren vender…la literatura tiene que ver con otra cosa.

Le dije a mi amigo Adrián que mejor sería ir a comer una pizza. Cruzamos la 9 de julio. Todo pareció volver a su cause normal, hasta el árbol blanco de navidad al lado del obelisco. Hay cosas que nunca cambian.

Después de comer una deliciosa muzzarella con jamón y charlas de millones de cosas; emprendimos el regreso.

Cuando subimos al auto Adrián prendió la radio. Yo me empeñé en buscar una emisora que acompañara ese momento. De repente me dijo: “viste, las radios son todas impares” Yo sonreí, nunca me había dado cuenta y ahí pensé: “los libros también, los libros también son impares”.


Buenos Aires, 10 de diciembre de 2008. Agustina Saubidet


PD: nota de color. En la mesa de informes que se encontraba sobre la calle Corrientes, te daban una postal que decía: “Noche de Librerías. Avenida Corrientes entre Callao y Talcahuano. Miércoles 10 de diciembre. Entrada libre y gratuita” y una pequeña inscripción al costado “Promociones especiales en las librerías. Regale libros en estas fiestas.” Al reverso de la tarjeta: Ministerio de desarrollo económico; Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. El día que tenga una cámara le saco una foto a la postal, por si alguien necesita cotejar la veracidad de esta posdata.


“Un libro abierto, también es la noche”, Marguerite, que es Duras. Escribir

jueves, diciembre 11, 2008

Noche de encuentros y algo más

Hay algo de sincronicidad en nuestro encuentro, algo de telepatía, algo de mística quasi religiosa, porque la religiosa la dejé atrás. Aún recuerdo a esa niña que se confesó una vez por matar mosquitos, la recuerdo sentada en el baño en medio de una conversación unilateral, pidiéndoles que se alejen. A esa niña le faltaba contacto con la naturaleza, a ese cura tacto.
No lo culpo. Era imposible verla con los ojos cerrados, yaciendo en su rincón; caminando con su correa y su perro patín inanimado, cantándole canciones de cancha, entonando una despedida; armando su bolsito y huyendo de su casa cual hormiguita viajera, a llorar a la esquina, como si supiera que alguien la iría a buscar. Y alguien siempre la iba a buscar (aunque no sin antes hacerla esperar un buen rato).

Me pregunto donde quedó la magia, sin verla justo enfrente mío... Está en esta ventana y me hablás a través de ella. Me decís que sin química no hay magia, que yo la detono…Y entonces te digo que tenés razón, que la magia simplemente se da. Se da entre nosotros y entre nosotros y unos pocos otros se da. Y hablamos capicúa y vos hablás con la ñ… y qué? Gute siempre está.

Reviso mi e-mail. Su respuesta me inunda en esta noche que quiere dormir, quiere trabajar pero no quiere… quiere algo más.
“Te adoro Amiga del Alma...de la vida..de la risa...de veranos...de confites!”

Como el brillo de las estrellas que se abre por detrás de una noche nublada, así se anima el perro, viaja la hormiga, revive el mosquito, se desnuda la magia de sabernos conectados, donde sea que estemos.

Leri.-

miércoles, diciembre 03, 2008

Muchos libros posibles, un juego

"Un espacio propio, un altillo más cercano a una sombra enorme y hospitalaria. Dos conjunciones de alrededores, lúdicos, verbales, territoriales; misteriosa desaparición: cierta gala, en ocasiones, mis sueños"
Agustina Saubidet. Buenos Aires, 3 de diciembre de 2008.

Historias mínimas

Hoy, después de una cuantas semanas, me junté con mi amigo, Enrico, en un bar de la Av.Cordoba. Mientras esperábamos la llegada del inminente y necesario tostado, Enrico sacó de su bolsillo un libro de Mario Benedetti llamado "La borra de café".
Ojeando el libro (hojeando) me sorprendió que Enrico no hubiera hecho aún ninguna marca con algún lápiz (costumbre más que ritualera que ambos tenemos) ante lo cual me contestó que simplemente no lo había hecho pues no tenía birome.
Entonces, tomé mi bolso, saqué un bolígrafo y le sugerí hacer un juego.
Azarosamente abrí el libro - en un capítulo que se llama "Un espacio propio"- y le propuse subrayar (con mucho respeto) algunas palabras y hacer un nuevo relato a partir de las palabras marcadas.
El texto transcripto debajo de la foto -tomada por Gonzalo Saenz- fue rescatado del olvido gracias a una servilleta del mismo bar (el otro relato hecho por Enrico quedó en su libro)
Este "subtexto" podrá ser encontrado -entrelíneas- en la Borra de café, pag 32 y 33 (Editorial Sudamericana).
Ahora bien, me pregunto: ¿cuántos téxtos más se encuentran encerrados en ese mismo capítulo, como en otros, como en tantos otros libros y capítulos y autores y mundos posibles?
ojalá alguien más se anime a seguir con este juego. Saludos a todos. Gute
PD: una vez más Gon gracias por las fotos http://www.flickr.com/photos/gonzalo_ar

domingo, noviembre 30, 2008

La vuelta al erotismo

Y volviste al 2005, tres años y varios meses después.
Y volví al 2005,
Desde otro lugar
Pero el mismo día.

No debería extrañarme... y sin embargo me sorprende cada vez.
Hay momentos que está bueno disfrutar cuando se dan.

Y lo sé, si hubiera estado allí probablemente nos habríamos reído juntas.
Tal vez estaba allí, como estoy acá...
Tal vez estás acá, notando lo mismo que yo al volver sobre esas páginas que alguna vez fueron tan mías. Vos sabés lo que se escribió allá, ¿verdad?

Tal vez acá estás, riendo un poco conmigo. Esa risa sarcástica que se reduce en un ja.... nada más que un ja y una ceja levantada. Y sólo de vez en cuando explota, deviene en algo más.

La guerra es a la prohibición de matar lo que el casamiento a la prohibición del sexo.



Por anticuado que suene...
Ja.


Leri.-

(Retomando la lectura de Bataille).

sábado, noviembre 29, 2008

Apariencias Instantaneas / Domingo sin corpiños

Pelos lacios que en realidad nunca lo fueron, planchitas que largan humo, un humo que nunca sale del cerebro.
Escotes histéricos donde se posan los ojos, que nunca son mirada.
Tragos largos que vuelven más corta la noche, como si el alcohol nos permitiera olvidarnos de la semana que no queremos vivir, que no queremos pensar.
La cadencia latina se vuelve saltos efímeros, como pisando fuego...no hay tiempo para la pausa, no hay tiempo para el silencio, saltemos claro, pero sin abismos, empastillados de botox sintáctico, condensación sintética de aquello de lo que escapamos, tranquilizante para caballos.
Nos sentimos rebeldes si cantamos a los gritos sin escucharnos. Hemos perdido la elección alegórica desde la cumbre de la montaña, la utopía ya ni siquiera es horizonte en nosotros. Cerramos los ojos, el tiempo pasa como el subte, pero sin paradas.
Culos y tetas, todo es lo mismo, no hay matices, ni Venus, ni pinceladas, ni cuerpo. Toda parece una gran mancha, sin canal...yo veo todo desde afuera, como una caricatura, como si el hecho de mirarlos no me hiciera partícipe de ese juego, la risa que esbozo, no es más otra mancha sobre el Guernika.
¿Dónde estamos? ¿En el cuadro? ¿En la exposición? ¿En la exhibición? El autor faltó a su muestra, y no firmó ni un cuadro, es como el lamento sin autor, canciones tradicionales que cantamos todos porque son anónimas y a nadie en principio hay que pagarle.
Y en el medio de la noche, te descubro. Vos estás mirando eso mismo que yo veo. Vos sacás fotos y tu cámara es como mi risa; pero yo ya no veo el cuadro, te veo a vos mirando el cuadro y tu mano es más atractiva que cualquier pastilla del olvido. Y es raro, porque vos no me registrás mirándote, ni tampoco los escotes histéricos. Tus ojos en la lente de tu cámara, están más allá de todo, como si el zoom los hubiera vuelto mirada. Me gustaría sacarte, en este instante, una foto sacando fotos, no para saber cómo mirás, sino para registrar que alguien mira ese más allá del Guernika y puede ver en ese absurdo horripilante de la realidad que tenemos, algo de arte y le de alas al libro muerto, a la pintura colgada, al calendario de turno, a ese cd que ya no recordamos por qué lo compramos y le dé alas al rostro perdido, al cuerpo oculto, al cenicero vacío, le dé algo más que cenizas, algo más que lágrimas, y le ponga una firma a algo, un marco, un rostro, una mirada que haga soportable nuestros sueños.

Agustina Saubidet allá por agosto de 2005

domingo, noviembre 23, 2008

Cordillera

Escribo desde el más allá…

Más allá de sus sentidos,
sus miedos, obsesiones
Más allá de la angustia que siente, que ella relaciona con el acto de escribir

-Es el acto de escucharse Val. Escribir lo vuelve una condición.

Muy en el fondo... ella lo sabe
No es el mundo de posibilidades lo que la oprime
Es volverse conciente de lo que ha hecho; y lo que no

Ella frota un retazo de paño sobre el cristal humedecido de sus anteojos; y sonríe

-Un placer reencontrarte en esta charla.

-El placer es mío.
-Ojalá esta vez tengas el coraje de quedarte.

Leri.-

viernes, noviembre 21, 2008

los condicionales


Los condicionales, como las promesas, son negaciones cobardes y lo que es peor, con los años, se vuelven grandes jaulas de fantasías. Gute Saubidet

jueves, noviembre 20, 2008

un sin fin de Gonchis

Palabras, hay un sin fin
las indicadas cuando alguien las solicita
pocas
De silencios, a veces estamos escasos
de esas palabras que necesitamos
pocas
De amigos que rompen justos silencios
pocos
De sorpresas y casualidades vivimos
pero de ellas en los momentos precisos
pocas
Pero por suerte hay un sin fin de posibiliades,
un sin fin de momentos
un sin fin de latidos
un sin fin de besos y abrazos que no caen al aire
un sin fin de estrellas que son recuerdos y
más adelante, posiblemente, de alegrías sean
un sin fin.

Texto Gonzalo Saenz http://www.flickr.com/photos/gonzalo_ar
Foto Gute Saubidet

lunes, noviembre 17, 2008

La cámara oscura (film argentino Dir. Menis)

¿Qué es lo que la gente ve cuando cree que ve? ¿Qué es lo que uno desearía que la gente viera de uno cuando ve?
Está claro que no todos pueden ver o mejor dicho mirar. Tal vez en las miradas menos intelectuales, menos superficiales, digo, en las miradas más simples -que conectan con la vida desde lugares de detenimiento porque la emoción invade y ellos se permiten invadirse por las emociones- en esas miradas algo de uno puede verse. Algo así siento que es la mirada de Alejandro.
La cámara oscura muestra eso, la inmigración, los prejuicios, la tierra prometida (cuyo territorio es siempre la fantasía), el olvido, la exclusión, el dolor en contrapunto a la belleza. Claro, uno entiende que tal vez la belleza solo pueda reconocerse cuando uno ha sufrido mucho o cuando uno ha visto el sufrimiento, aunque sea del otro. Alejo me dijo hace bastantes años que la belleza que vale, es la que no se puede atrapar. Hoy bastante tiempo después puedo contestarle que la belleza se atrapa; en todo caso es uno el que no tiene el coraje de atraparla.
La sensibilidad, el humor y la inteligencia son tesoros invalorables, un buen combo, pero cuando no se acompañan de un coraje agrandado, mejor metérselo en el bolsillo. ¿No, Mauri?
Tal vez las veces que creí estar mirando a alguien captando su sensibilidad en realidad era mi propia sensibilidad puesta en juego.
Ojalá me equivoque, necesito equivocarme esta vez, ojalá tenga el coraje de equivocarme.

Gute Saubidet

viernes, noviembre 14, 2008

"mis bolsillos"

Hay cosas que pasan, Heráclito tenía razón, Nietzsche supo escucharlo, no sé si a tiempo, creo que supo escucharlo cuando pudo, cuando le tocó a él sentarse en el río.
Hoy estaba leyendo un libro llamado “Arte y poesía”. Como el libro no entraba en mi cartera marrón, agarré un bolso que hace años no usaba. Cuando tengo un tiempo, como en el bondi, me encanta revisar los bolsos y los tapados o camperas que hace años no uso. Encuentro siempre cosas: folletos, papeles, escritos, boletos de bondi, anotaciones sin sentido en cualquier lado (Duras tenía razón un escritor escribe en cualquier lado).
Uno escribe en cualquier lado, y me pasa que cuando siento que pasó un tiempo y me creo en otro lugar, vuelvo a revisar antiguos bolsillos y me encuentro ahí, a pesar de la distancia. Hay veces que me sorprendo de la cantidad de cosas que guardo en los bolsillos, algunas bien podrían llenar el estadio monumental cual papel picado, otras en cambio, me recuerdan lo que era, lo que pensaba, lo que sentía, lo que escribía. Hay cosas que me gustan, pero no todas. La distancia puntúa los recuerdos de otra forma.
Tengo un libro de Galeano lleno de marcas, las contratapas de los libros hacen también las veces de grandes anotadores (Mauri tiene un tal Lucas, que era mío, de Cortazar, se lo regalé, junto con mis anotaciones, Mauri sabrá cuidarlo mejor que yo, está bueno que Lucas se vaya para México. Hay libros que nunca nos pertenecen. No sólo libros).
Lo cierto es que la mayoría de las veces me gusta encontrarme, siento que es como tomar un café conmigo misma, para reírme, para enojarme también. Otras veces, digo, “uhh que enrosque flaca, tirá eso” y ahí todo se vuelve una película
Eternal Sunshine of the Spotless mind… no es tan fácil olvidar lo que uno escribió, aunque sea a medias, hay cosas que no se borran, hay cosas que uno no quiere perder… hay veces que no se puede borrar lo que uno fue cuando estuvo ahí, siendo, siempre en gerundio…Nietzsche tenía razón.
Creo que me voy a cortar el pelo.
Esta película merece un posteo aparte (si clickeas en "mis bolsillos" me vas a encontrar)

Gute Saubidet

miércoles, noviembre 12, 2008

(la ambigüedad de quien extraña (o se).

Hay formatos para el amor, casi tantos como para el olvido.
La locura es buena -te dije- siempre y cuando uno sepa que el secreto es salir a tiempo.
Extraño que ya no estés, casi tanto como pensar que antes nunca estuviste.
Gute Saubidet

martes, noviembre 11, 2008

entre saudades y esperanzas

El otro día viendo un documental, me enteré que en guaraní no existe la palabra esperanza. Me sorprendió, aunque bueno, nosotros tampoco tenemos la palabra saudade (del portugués).
Es difícil concebir la vida sin saudades y sin esperanza, casi tan difícil como caminar por la arena y no dejar huellas.

Inspirado en http://perdedoresyfracasados.blogspot.com/2008/10/en-las-playas.html Gracias por este excelente blog.

Gute Saubidet

sábado, noviembre 08, 2008

Ellos

-Nadie dijo que sería fácil- repetía para sí mientras observaba la imagen distorsionada de quien podría ser.

Ella.
Su deseo por esa mujer había estado siempre por encima de todo lo demás. Comprenderlo ahora era como enfrentarse de lleno al motivo por el que se había empeñado en no alcanzarla.

Uno no puede solo.
Es un hecho. Maltrecho el camino de la soledad, siempre duelen los pies tarde o temprano. Sin apoyo no es divertido. No es tan bueno si no es compartido, en algún momento. Nadie dijo que sería fácil.

Él.
Se creyó que podía volar. Y su caída fue estrepitosa aunque no se elevó casi nada del suelo. Mirando en donde no, estando en donde no pertenecía, la verdadera vida pasó ante sus ojos. Lecciones, experiencia. Así es vivir. No es bueno aferrarse a anclas para no ahogarse. Es bueno tomar las experiencias para seguir adelante. Decisiones, nada está garantizado, el que no arriesga no gana. Así es la vida.


Leri/Mauri.-

lunes, noviembre 03, 2008

armando red para que saltes, Mauri

Se salta porque hay agua, aunque poca refresca, aunque poca sublima, transforma la ruptura hacia el abismo, en salto. Estamos, Mauri: Leri, Gon y Gute, hoy que todo parece roto, hoy más que nunca estamos abrazándote. Te adoramos tanto como te adora la escritura
Nois

http://gonzalosaenz.blogspot.com/2008/11/re-roto-en-respuesta.html
http://srtaelania.wordpress.com/2008/11/

viernes, octubre 24, 2008

Ficciones Fijaciones- Fi

No sé cuántos problemas te trajo esto a vos. A mí me trajo varios enredos cerebrales, varios cuelgues, varias fantasías, varios odios, varios arrepentimientos, varios desbordes, pero sobre todo varios odios. Sería más fácil odiarme a mí misma, cerraría el círculo, pero como no puedo autoodiarme, te odio a vos, de varias maneras, o de todas.
Anoche mientras miraba las fotos, sentí que era uno de esos días decididamente problemáticos, esos de mate en la mesa ratona, sentada en el sillón, jugando con los almohadones, el control remoto (siempre con poca pila), jugando con las cartas, sin encontrar nunca las pantuflas, ensuciando las medias blancas sin que importe (nunca me importó, pero ayer menos que nunca); evitando ordenar la casa. No puedo ordenar mi casa los fines de semana, los fines de semana están hechos para otra cosa. Hace un tiempo, o rato, no sé me enredé, en otro tiempo los fines de semana estaban hechos para besarte y hoy, domingo, ya no sé. Tal vez alcance con escribirte.
Me llamó Fer, dice que acaba de terminar el presupuesto para el año que viene, que está cansado, que por suerte todo terminó. También lo nuestro terminó, pero Fer no lo sabe.
Me escribe Vale, me dice que está con alergia, que los árboles de Chile largan no sé que cosa que le hace mal, que no tiene obra social todavía, que no sabe qué hacer con la alergia; que Chile le gusta, a veces más a veces menos, que esta semana menos con el tema de las alergias y lo de la obra social (que la tiene enojada); pero que cuando pasea le encanta (no sé si la alergia, no sé si Chile, no sé si preguntarle). Me dice:

“igual no es dónde estés... vos sabés.... yo tengo que resolver algunas cosas...
creo que cuando las tenga resueltas cualquier lugar donde esté me va a parecer divine, y también estaré lista para partir
lo haga o no...”

Vale no sabe que estoy escribiendo, menos que la transcribo. Intuye creo que la extraño, pero no se lo digo mucho. Ella lo sabe, no sé si vos.

Agustina Saubidet (Gute)

domingo, octubre 19, 2008

After π

Empezaba a creer en la sincronicidad.
A confiar en eso que me hacía pensar en vos, a darle un lugar, a darte un lugar... a creer sin preguntar en la existencia de ese espacio, más allá de mí, a pesar de mí.
Y de repente lo vi:

Si quieres encontrarlo, lo harás en todas partes.
When your mind becomes obsessed with anything, you will filter everything else out and you will find it everywhere.

Mi certeza se redujo a un abismo de sinsentidos.
Y ahí estaba yo, contando los 216 peldaños que me alejaban de la planta baja, caminando los 216 pasos de mi casa hacia el trabajo, y del trabajo a casa, sintiendo los 216 latidos que le tomaba a mi corazón escuchar esa canción, lamentando las 216 razones por las cuales nunca podría haber un vos y yo.


Leri, after π .-

miércoles, octubre 08, 2008

Les Amours


-Hay amores que no valen la pena
-Y ¿cómo te das cuesta?
-Cuando ya no están.
-Y ¿cuándo dejan de estar?
-Cuando ya no duelen



PD: por favor, llevame conmigo

Gute Saubidet

miércoles, octubre 01, 2008

2004 por esas cosas que uno eligió, alguna vez, que no es esta

Me emocionó su poesía, acto sensible, porque heroico, porque escrito, porque enviado, porque mail, porque enter, porque sangunche de milanesa, porque traza, porque cerveza, porque tal vez, porque quizas, porque LaMagadelHoracio, porque junto, porque separado, porque tibio, porque errante, porque no sé, porque me importa, porque excusa, porque ex-cura, porque cura, porque la fierro, porque la orquesta, porque café, porque cuatro pesos, porque bondi, porque 26, porque 31, porque 27, porque no 29, porque patria, porque resonancia, porque un armano de tabaco, porque desarmado de protocolos, porque pesca, porque muere, porque renace, porque duda, porque sentencia, porque despierta, porque rechina, porque piensa, porque vive, porque sufre, porque sonríe, porque tiembla, porque extranjero, porque interpela, porque lo nombra sin nombre, porque lo ofrece cual carnada, porque pica, porque alergia, por sí, porque no, porque ME EMOCIONÓ...porque enter. Agustina Saubidet

domingo, septiembre 28, 2008

BUIKA en el Ateneo

o Palas Atenea en algún rincón del mundo

El deseo emerge tímido, raspando la garganta, respirando cuando es necesario hacerlo, nada más que eso; y de aquel origen tímido, surge un alarido hecho canción, difícil de comparar con otras voces, y al cabo, ¿qué importa?, si aquello ya ha salido pa´fuera. Esa libertad con la que canta es una libertad que vista de afuera parece bastante difícil de sostener para quienes hemos sido criados desde los escombros de grandes imperios que hoy ni lustre conservan; pero esta belleza africana sabe bastante de la “pachamama” y las explicaciones racionales se retiran llorando de emoción.
Concha Buika llegó a mí por azar, como suelen llegar las cosas que me gustan.
Hace rato que no entraba, o no dejaba pasar, al azar por mi vida y me gusta, como me gusta su voz, su forma de dejarse empapar por la música atravesando cualquier género (y ella atraviesa con cualquier género una misma canción con una altura que solo algunos poseen). Al fin de cuentas cualquier etiqueta no habla mas que de lo esperable , sin embargo, por suerte, hay otras cosas que son ACONTECIMIENTOS, imprevisibles, que hacen explotar las etiquetas de turno.
Ella está sin duda cantando siempre, en gerundio. Yo tuve la suerte de verla ayer en el Ateneo en vivo y esa marca va a quedar para siempre, en mí.
Lloré bastante, alguná lágrimas eran un aplauso como en silencio; otras tantas por esa nostalgia que nos recuerda lo que nunca hubieramos deseado que se fuera.

Recomiendo sus discos, pero más recomiendo su VIVO
www.buika.net


Agustina Saubidet

domingo, septiembre 21, 2008

reciencito




Me deshojo en margaritas

Millones de letras rodean mi cama

Arman una sopa de pétalos

Que mi prima Vera barre

Pues no le gusta ver mi habitación

Desordenada



Gute Saubidet

sábado, septiembre 13, 2008

doble negación

Tal vez sólo lo pensé.
estremeciéndome en la punta de tus dedos,
en el brillo de tus ojos.
Aún en la idea de tu voz,

en la idea de vos.


Tu presencia es tan fuerte que todo lo eclipsa.
Tu ausencia no deja espacio para nadie más.


Leri.-

miércoles, agosto 27, 2008

ojo por ojo, escritura por escritura

Recién ordenando unos papeles encontré entre viejos apuntes de la facultad, un mail impreso, escrito el 26/09/2005 llamado "capturada, sin compromisos", y me puse a leerlo ( tal vez lo use en un cuento, en una novela, o lo tire, esa es otra opción)
Mi profe de taller de escritura Alfredo Staffolani, estaba justo on line. Así que le escribí

Agus Saubidet dice:
quiero decirte algo

Agus Saubidet dice:
cuando pasa un tiempo, se forma una distancia tan grande con los textos, que por momentos siento que no me pertenecen, que yo no podría haber sentido algo así, haber escrito algo así. Estoy contenta porque hay cosas que me gustan, mas allá de sentirlo ajeno

Agus Saubidet dice:
pero también es triste no encontrarme más ahí...

Agus Saubidet dice:
o no saber donde estoy.
Te lo quería decir, tal vez porque quiero creer que a todos les pasa lo mismo

alfredo dice:
mmm
alfredo dice:
es difícil
alfredo dice:
lo que pasa agus es que la escritura es siempre falta
alfredo dice:
entonces con el tiempo, esa falta se define, se vuelve más contundente
alfredo dice:
o más precisa
alfredo dice:
y uno se lee con el tiempo y cree que hay un territorio irrecuperable
alfredo dice:
eso debería generar más escritura
alfredo dice:
o nueva
alfredo dice:
o diferente

Agus Saubidet dice:
te juro alfredo que más allá de la puta falta, es una sensación tan rara

Agus Saubidet dice:
yo sé que tirás para adelante, yo también, pero esos desencuentros con uno mismo, joden tanto

alfredo dice:
yo no tiro para adelanta, ojo eh
alfredo dice:
yo pienso de qué manera puedo resolver la escritura con escritura
alfredo dice:
el resto, es uno. en diferentes momentos. viviendo con el pasado, que es más o menos alegre
alfredo dice:
y construyendo presente, más o menos posible

Agus Saubidet dice:
perdón por esta interrupción, quería compartir esto con vos

alfredo dice:
no... por favor


Me quedo con una de tus frases, Alfredo: "pienso de qué manera puedo resolver la escritura con escritura, el resto es uno, construyendo un presente, más o menos posible."
Gracias profesor Staffolani


Agustina Saubidet (Gute)

domingo, agosto 24, 2008

Charlatanes

De vez en cuando su delirio se amalgamaba con mis ganas de creerle…
Y podíamos soñar altos sueños, que rara vez verían la luz del día.

Leri.-

jueves, agosto 14, 2008

El tango y nosotros (casi como el mate)


El tango muchas veces nos sorprende, nos deja helados, congela nuestros tiempos y los hace, magníficamente eternos presentes…conjugamos fórmulas, pensamos con alas, soñamos, tocamos las nubes con los ojos, emocionamos al mundo cuando nos observa sentirlo…el tango nos hace olvidar los vacíos pasados, rescribe nuestra historia, desdibuja nuestras imperfecciones, nos hace creer imprudentemente poderosos, con un poder que a nadie molesta, ni pide permiso…entonces irrumpe el deseo por el tango, de observar al tango, de vivenciarlo como un sonido eterno…a la vuelta, cuando nos tomamos el bondi perfectamente vacío ese de las 3 de la mañana, nos lanzamos al recuerdo de la noche, siempre del lado de la ventanilla y repetimos en nuestra cabeza una y otra vez aquellos momentos sin cansarnos; bah, o a cualquier hora del día, porque el día no tiene horas, porque el reloj siempre está a destiempo cuando estamos lejos del tango que amamos…y cuando estamos de nuevo juntos jamás medimos el tiempo y siempre es temprano para despedirse.

Contamos sencillamente con la certeza de amarlo, de quererlo así, con sus imperfecciones, sus pasiones, su aparente petulancia, sus ternuras infantiles, sus broncas sin razones, sus venganzas siempre truncas: Pugliese, Troilo, Piazolla, jugando en la calle de piedra…

Somos tan distintos vos y yo, y sin embargo, cuando llega el tango,no nos importa esa distancia porque en ese momento somos uno, somos hermanos, amantes, amigos; nos tocamos con los ojos; nos besamos con las manos; desgastamos las suelas hasta bailar descalzos; desarmamos las convenciones y siempre y no sé por qué, despertamos burlas admirables de todo aquel que cree que el tango ha muerto.

Agustina Saubidet, Gute

domingo, agosto 10, 2008

Discovery Vale

Cierro los ojos y escucho tu voz

Como un abrazo de cielo de nubes de mar
Como una caricia de montaña de besos de felicidad
¿Qué se yo de la felicidad?
¿Qué sabe ella?
Zanahoria

El llanto del día después
Vuelve con cada cerrar de ojos

Es la belleza que me inunda, lo sé
Es tu pureza, nuestra

/Rio/

Cuando el sentimiento es tan grande que sobrepasa
No siempre se trata de dolor



Leri.-

sábado, agosto 09, 2008

Ejercicio Z

Quiero escribir

Quiero escribir algo que no diga nada

Palangana azul

Que no tenga sentido, que no devele más que las letras que lo forman

Que se vacíe de significación

Que no sea más que el acto de la escritura

Puro

Quiero dejar de pensar en lo que va más allá de la escritura

Llavero

No sé, ir más allá

Para volver, para quedarme

Para no estar, para borrarme

Para nunca partir


Agustina Saubidet

sábado, agosto 02, 2008

Quién sabe?

De repente la constelación de estrellas se equivoca, y yo estoy aquí con vos. En un bar. Como esa vez que me cediste la espuma de tu capuchino, qué tonta te pregunté si no te gustaba. Claro que sí, pero te gustaba más cedérmela. Estúpidas constelaciones de estrellas y mariposas que no llegan. Y la analogía de la vidriera y no puedo creer que te lo dije. ¿Realmente mencioné que yo necesitaba enamorarme de las cosas antes de comprarlas? Que ahí sí, no me importaba el precio, pero que no podía simplemente comprar algo porque me parecía que estaba "bien"? Y así dejé que te fueras, y me quedé con el aroma a nuestras hormigas cosmopolitas que devoraban viñedos en lo alto de montañas lejanas. Me quedé con las luces bajas y las velas refractando en mi rostro como tanto decías que disfrutabas. Te fuiste y volvió el placer de verme a través de esa mirada… y vos cambiabas de cara y me volvías diferente. La morena que en tu tango caminaba arrastrando su halo. La italiana de tu bife marcado y sólo así, qué buen bife! La mujer de tus poemas que existió mucho antes en el deseo de dedicarlos. Esa no era yo, eras vos. Pero... fueron lindas esas fotos. Y aún así siempre yo, que no compro. No puedo comprar. Aunque me muera de ganas, está claro que no muero porque ahí donde mora el encuentro no enamora… ahí no puedo quedarme, ahí no estoy…

Y la nave se va… Y pasa el tiempo y pago precios muy altos para estar con él, que no sos vos, que no tiene nada que ver conmigo. En él con quien no disfruto de verme en su mirada porque su mirada no dice nada, no habla de mí porque no me ve. Me tiene en frente y nunca me ve (o es mudo?). En él con quien pierdo la cabeza y se vuelve tan lindo perderla de vez en cuando. En él que no presentaría a mi familia, que no simpatiza a mis amigos… En él, Que no parece más que un impulso de autodestrucción y de almohadas revueltas. De pieles entrelazadas, pieles latientes, hambrientas, enfurecidas. Pieles que se rozan, se provocan, se amalgaman, se escalofrían. Pieles que simulan mariposas, pero con cosquillas, con cuellos orejas nucas lenguas… que no vuelan. ¿Y qué constelación de estrellas?, ¿Qué fuerza errática me impulsa a pensar en él, a acercarme como no puedo con vos? ¿A abrirme aunque no interese, aunque duela de soledad más que el estar sola? Hasta que llega la anestesia y ya da igual. Está claro que no reconozco el final porque relaciones anestesiadas no terminan… A menos que un día él empezara a verme, y se haría evidente que no hay nada ahí para vernos, no hay encuentro posible, y la que se iría soy yo, lo sé.

Algunos lo llaman histeria. (Vos Gute, cómo lo llamarías?).

Y me gusta estar sola. Eso es lo que digo. Me gusta estar conmigo y mis amigos, tenerlos y añorarlos… Valoro tanto mi tiempo, mi libertad, mi exclusividad, que sólo los dejo por personas especiales, jurídicas e internacionales. A menudo pareciera un mal trato. Yo lo pienso y lo pienso y no lo pienso demasiado porque la inercia va hacia allá. Porque pensar frena, pensar puede cambiar, pero aún peor... puede doler de ansias de cambio radical. Y nunca es momento para tanto. Nunca, es siempre, es ahora. Y ahora no es el momento pero ¿qué tal si fuera siempre así?

¿Qué tal si mi fortuna fuera la puerta de una vida anestesiada?


Busco una verdad evidente que se presente ante mí, ineludible.
Y cuando lo hace...

Decile que llame después, sí? Ahora estoy agotada.


V.-

martes, julio 29, 2008

Cazada por Tornados (Gute) martes 22:30

Martes 22:30 hora Argentina por www.unaradio.com.ar
Este 29 de julio charlaremos con Agustina Saubidet, una mujer enamorada de las palabras, el canto, el baile y la fotografía (autora de la foto de Montmartre que ilustra el aviso). Indomable, esta habitante de Buenos Aires que también se dedica a la psicología y a la docencia universitaria, compartirá su música favorita.


Martes de 22:30 a 0:30 hs. (ARG) por unaRadio

L@s esperamos!



auspicia
pines puerco porque puercoespín!

retransmiten
FM Internacional 105.9 desde Cobija, Pando, Bolivia
Lunes, miércoles y viernes de 10:30 a 12:30 hs.

Radio Bemba FM 95.5 desde Hermosillo, Sonora, México
Martes a la medianoche.

nueva NORTE FM 103.1 desde Santa Rosa, Corrientes, Argentina
Martes de 22:30 a 0:30 hs (en vivo)
Jueves de 22:30 a 0:30 hs, Primera Temporada


Recuerden! pueden escribirnos a tornado@loquemasquieras.com.ar

skype> cazadoresdetornados

domingo, julio 06, 2008

Gracias por la luz

La nave va! Y ocurrió un milagro... dejé de leer las palabras y mi mente se pobló de sonidos exquisitos...

(Gracias Mauri x la luz,
gracias Gute y Alejo por mantenerse conectados, aunque duela...).

V.-

martes, julio 01, 2008

Tenerte en textos



Para Alejo Sivori


Recupero las ansias de tenerte como un estadío de la vida: como pez que de la orilla huye, no quiero detenerme.

NO quiero detenerme a pensar en tu tristeza demasiado porque habla de la mía también y entonces ninguno de los dos tendríamos consuelo.

Escribir de Duras, Marguerite -como mi abuela, Margot, nunca te hablé de ella-. Quise que compartiéramos ese texto no para ponerte triste, sí para que sepas que no estamos solos en este mundo; que los escritores sienten, en su gran mayoría, ese desencuentro con la vida; que siempre llegamos tarde o a tiempo, nunca antes, nunca podemos prever emociones, no quieras evitar sentir, así no funciona la cosa.

Es verdad que inventamos ficciones y personajes y escenarios y tierras que tal vez nunca conozcamos, pero es la forma que encontramos de contar lo nuestro, ese maravillo y lúgubre lugar de “no hay nadie allá afuera”. NO puedo hacer nada para que esto duela menos Alejo, no puedo, porque yo misma no he podido hacer nada con eso, más que escribir, más que escribirte.

La sensibilidad tiene un precio que no cotiza en ningún lado más que en nuestra propia soledad; pero no quiero dejar de pagar y perderla, porque el mundo entonces sería otro y no quiero que el mundo sea otro, porque vos serías otro también y seguro seguiríamos sin encajar y Cortazar no sería Cortazar, y Ausencia de Borges se volvería una presencia insoportable y tus cuentos…tus cuentos yo no los leería.

Hay un océano entre tu lágrima escondida y yo, un océano oscuro, profundo, denso, lento, con olas grandes negras. La espuma que llega a lo orilla son tus letras pero del océano yo no sé nada, ni me importa porque no podría jamás comprender su lógica de agua, su nube, su escarcha, su glaciar, su río. Entender la razón de esta quietud, de este detenimiento, me alejaría, Alejo, y no quiero alejarme, tampoco quiero entrar en ese mar, me da miedo, prefiero cien veces tu espuma, si puedo elegirte, tu espuma que es como la que forma el shampoo, un juego de manos, de villanos escritores, que podés intentar enjuagar como cuando éramos chicos, pero siempre queda un resto de esa espuma, que habla de océano, que no lo diluye: habla de océano y punto, como un pez que de la orilla huye para no ahogarse en la arena. NO quiero que venga Greenpeace a salvarlo.

Agustina Saubidet

Ausencia

Jorge Luis Borges

Habré de levantar la vasta vida
que aún ahora es tu espejo:
cada mañana habré de reconstruirla.
Desde que te alejaste,
cuántos lugares se han tornado vanos
y sin sentido, iguales
a luces en el día.
Tardes que fueron nicho de tu imagen,
músicas en que siempre me aguardabas,
palabras de aquel tiempo,
yo tendré que quebrarlas con mis manos.
¿En qué hondonada esconderé mi alma
para que no vea tu ausencia
que como un sol terrible, sin ocaso,
brilla definitiva y despiadada?
Tu ausencia me rodea
como la cuerda a la garganta,
el mar al que se hunde.


jueves, junio 12, 2008

Un tal Lucas, la Recurrencia del No




Hay cosas que escapan el tiempo

donde la noche se vuelve excusa

Ruego como gritando a la nada

que se sumerja en la neblina

y olvide



¿Cuál fue Lucas?, ¿ese que escribiste?, decime que fuiste vos y no el que vino después, decime que aun hay tiempo para cambiar algo, o que al menos todavía no te conozco, que San Telmo no lo viste, que Floresta no existe en tu memoria.

¿Cual fue Lucas? Decime que aún no necesitas olvidarme porque no existo en tu mente, porque desconocés mi nombre, mi textura, mi retórica. Decime entonces que todavía no te odio, que eso no pasó, que no te fuiste, que estás llegando. Decime que yo aun soy solo un nombre y vos para mí un Tal Lucas.

Qué recursos inmediatos tenemos para marcar un relieve a la rutina absurda que afirmamos, no elegir; que revele el negativo de las fotos que aun no te saque, que me advierta hasta dónde quererte, y no más de ahí. Que me vaya antes de que todo esto queme. ¿Cuál es Lucas? Que la distancia, la de ahora, se vuelva lógica porque no nos conocimos. Que Lucas esté por ser en mí aquello que no evite que me pase, que Lucas invada mis palabras, que ría Lucas con sus hoyuelos tímidos y yo los descubra por primera vez, que se atreva a la locura de atrapar el tiempo en sus manos, que sea Lucas sincero con sus miedos y los vuelva risa o canción o chocolate con churros y lo demás qué importa.

¿Que será de Lucas?, qué será de mí cuando con los años sepamos que con la ausencia no supimos hacer nada, que nos perdimos cuando nos encontrábamos, ¿qué sería de Lucas sin mí?---yo algo intuyo de lo que es en mí, la inabarcable angustia de haberte perdido; y con lo que fuiste para mí, eso no sé muy bien dónde meterlo. Agustina Saubidet


Gracias Alejo por la foto
http://www.flickr.com/photos/alesivori

viernes, mayo 30, 2008

Jugar cuando nada puede hacerse

No tuve una buena semana. Tampoco me resultaba fácil escribir sobre esto, porque no sé aun bien de qué se trata, ni de donde viene. Así tipeo un texto y luego juego con él, ¿cómo? modificando su sentido, al modificar su orden y resulta que mortifica menos y entonces hago un tercer texto, con algo de lo que sobró del texto orginal, no con todo, con algo. Siempre queda un resto sin ordenar, la marca del juego, aquello que lo habilita: el resto...no se puede todo, hay cosas que se pierden, que me hubiera gustado no perder, pero bué, "quién me quita lo jugado".

"Tengo miedo, decididamente tengo miedo de perder lo poco o lo mucho que pude haber construido, como si fuera fácil perderme, como si cualquier cosa pudiera sacarme de ese breve pedacito que es mi vida.

Eso es lo que yo llamo la angustia de la perdida, me pregunto si eso pasa cuando ya perdí o si es un temor a perder.

En cada palabra se insinúa una pérdida, se sugiere la asfixia y es como si me ahogara en mi propio silencio

Hay veces que pienso que es tan fácil escribir cuando tengo la sensación clara, casi como la de una foto en el momento de sacarla; en otros momentos no sé de que se trata esta sensación de agobio, no sé decir nada, más que dejar guiar a mis dedos, dictándome un sin fin de palabras sin sentido, como si creyera que este sin fin tiene un sentido y acabará siendo un texto, que no me guste bien del todo pero que pasado un tiempo reconozco como escrito por otro. y

No es fácil amar lo que uno hace, no es fácil saber lo que uno hace todo el tiempo, digo respiro a diario y no lo pienso, escribo a veces, como ahora y tampoco sé que estoy haciendo.

Sin embargo siento que es mejor esta confusión desmesurada. Al decirla así, sin sentido, cobrara pues un orden extraño. Como una puntuación.

Y el resto no sé, estaría bueno que se pierda"


Decididamente tengo miedo de perderlo.

Haber construido

¡cómo si fuera fácil lo mucho que pude!

Perderme, como si cualquier cosa pudiera

Eso es, hay veces que reconozco la sensación de agobio en mis dedos, como ahora,

ese breve pedacito que es mi vida en cada palabra.

Sacarme lo escrito por otro

Amar lo hace uno, y no es fácil, lo pienso

Tampoco estoy siendo un texto al decirlo

Saber que uno hace el tiempo

Escribir todo respiro como una puntuación, una foto

Si creyera en mi propio silencio,

esta confusión desmesurada, es mejor

El momento de decir: no sé. De eso se trata

Pasa.

Perdí un temor

y el resto ya no me ahogará más a diario

Dejar palabras sin fin…

Tengo miedo, poco. La angustia de la perdida. Me pregunto si cuando se insinúa una pérdida, se sugiere la asfixia. Y es.

Como es tan fácil cuando tengo; en otros momentos no sé que está; y nada… que “guiar a…” dictándome: “un -de”. Como que este sin fin tiene un sentido y acabará, pero pasado un tiempo, como no es fácil, digo a diario, no.

Escribo a veces, como ahora y sé que haciendo, siento, así sin sentido,

¿cobrará pues un orden extraño? No sé, estaría bueno que se pierda.

El resto (Gute Saubidet)