viernes, diciembre 26, 2008
A mi/s perrito/s chic
Aún en las repeticiones, teníamos plena conciencia de que ya no éramos los mismos.
Y esa certeza de que nadie nos quitaría lo bailado, ni el placer de volver, distintos, a nuestros cambiados amigos; constituía un motivo más que suficiente para reír, bailar, saltar, brindar, abrazar, besar, habitar, volver...
Leri.-
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