San Telmo, Buenos Aires, Argentina. Abril 2010.
Agustina Saubidet Bourel
SU CORDURA CONDURA LOCURA VIENE, PERO CON CONDONES/ LA GENTE ENTIENDE, LA GENTE/ VOSCOMUNA/ ACETA PATACONE?/ PROSTI PERO NO BOLUDA, CHE / PERRA BRETONA, CUERPO BRETON/ COMOVATODOBIEN ENORDEN OTIMO/ MENTIRA, BIEN UN CARAJO/ EL USUARIO DE HA DESCONECTADO./ Vuelva en diciembre 2005 [ bizomalog@yahoo.com ]
No creo en los actos heróicos, esos en los que cree el común de la gente, eso de irte a buscar a la salida del trabajo, o las 3 de la mañana; o en hacer parar un avión. No, para mí esos no son actos heroicos, eso es pelotudez. Yo me refiero a los actos heroicos más micros, en esos creo, aunque no creo del todo, creo a medias; pero en algo sí, y eso que me hace no creer del todo, es lo que permite tener los ojos abiertos y no cegarme frente a la pelotudez.
Entonces, creo en algo del orden del acto heroico en un formato más micro (¿por qué a alguien que está escribiendo nadie le da un asiento en el colectivo?, cuando escribo mi movilidad está reducida, ¿es que acaso no lo ven? “Si me dejás sentar, te lo voy a agradecer” Estoy escribiendo, mi movilidad es reducida, si frena me caigo porque con la derecha agarro el cuaderno y con la izquierda escribo, y mi movilidad está reducida por la escritura). Como decía, resulta, estemmm, que yo quería acabar con toda esa historia y fui decidida a hacerlo. Fui a su casa y ups, lo que nunca…me había olvidado el frasquito para las lentes de contacto (nunca en mi vida me había olvidado eso y hace como 15 años que las uso) el caso es que me lo había olvidado así que no podía quedarme ahí, tenía que irme y volver a casa y dormir en casa de nuevo, no me podía quedar a dormir con las lentes puestas y yo tenía sueño, mucho, muchísimo. Ahí viene el acto heroico micro que por lo general hace lo imposible.
Acto heroico: se fue el quia a comprar la solución salina para mis lentes e improvisó un estuche esterilizado (al menos eso dijo). Nunca lo escuché irse a la farmacia, tampoco volver. Sé que me despertó para que me sacara las lentes, y me preguntó si era de la Plata, si tenía parientes, por los de las diagonales, dijo, después seguí durmiendo y no pasó nada, me quedé dormida, dormí casi sin él, dormí y a la mañana hice lo que tenía que hacer y terminé con esa historia; porque sé que es lo mejor; sino, no hubiera sido un acto heroico (un protagonista más cercano a la tragedia griega que a un héroe joligudense, un héroe con todas las letras tercermundistas, un superchango). Para mí, ese fue su único acto heroico, cuando ya no importaba tanto que lo hiciera, aunque por decir esto algunos me acusen de actos histéricos.
Ahora ya sabía que el héroe no hace las cosas para el otro, hace las cosas para auto aplaudirse. Él no quería que me fuera, pero no me lo dijo; se lo dijo con un acto, a él mismo, pero él mismo no lo escuchó y pensó que era para mí, un acto heroico en el cuál yo creo que creo a medias, no lo hizo para mí, lo hizo para él y un poco también para ambos, Algo pasó, de ese acto heroico quedó algo en mí que rescato, hacer algo… quizás por eso empecé percu, empecé por el simple hecho de aprender percusión y nada más que eso; tal vez por eso no se lo conté a nadie, porque era mi primer acto heroico micro dirigido hacia mí, porque hay que dudar de lo creado por otro. Mejor empezar por crear en la propia casa, que puede ser un tambor también (y en eso creo, en el cuero del tambor áspero, curtido, obrero, creo en eso por encima de cualquier otra cosa, incluso de un paréntesis).
Gute Saubidet texto y fotografía
Escribí algunas veces, cuando podía. Esas veces que podía, escribí. Todo surgía casi como un canto natural, hasta que llegaba una nota y paraba, pensaba en la emoción y paraba, como quien se para en una esquina y se fija que no haya un auto cerca, para que no te pisen. Paraba, en la esquina del margen izquierdo, paraba para pensar en la emoción, cerraba los ojos y recordaba imágenes que pudieran representarlas, imágenes extranjeras a mí; pero que de alguna manera habitaban de la misma forma, aquello que yo sentía querer decir.
Otras veces no escribí, me remitía a vivir las cosas con la impulsividad de un yo-yo, que se deja caer sabiendo que una mano con cuidado lo volvería a agarrar…mi vida en los momentos de yoyo era feliz, plenamente feliz, porque no pensaba demasiado, porque tenía una mano que me agarraba aunque cayera; entonces, vivía lo que tenía que vivir, probaba bebidas diferentes, recorría las calles sin tantas brújulas.
Hoy cuando escribo, algo me hace detenerme, y no es la emoción, tal vez es la falta de ellas y de la vida yoyo, ahora escribo y me detengo, en la otra esquina, fuera del margen, veo que viene un auto, cruzo la calle, veo a mi yoyo atropellado, lloro, me río, te lo merecías, y ahora escribo sobre eso: sobre mi yoyo atropellado, sobre mi canto detenido, escribo una y cien veces: “ no cruces la calle sin mirar si vienen autos”.
Foto y texto, Agustina Saubidet
Feliz año nuevo para todos, que el 2010 nos traiga muchas vidas yo-yo y que la paz nos toque a todos muy de cerca (paz es paz, no es detenimiento, ni muerte, ni silencio, ni sueño; paz, es PAZ, que eso que se llama paz, nos toque a todos, ese es mi deseo)
Gute
"Hay costumbres que llevamos a todos lados, piensa Hernán, como esto de mirar por la ventana y ver eso que pasa, hasta que llega el café humeante, solidario con ese estado del cuerpo, de su cabeza, ese estado que no llega a poder definir…Saudade, tal vez. Maldita no traducción de algunos estados en otras lenguas: saudade no es nostalgia; el bar se llama nostalgia, aunque podría llamarse saudade y sólo algunos pocos entenderían, piensa Hernán y piensa también en escribir eso y componer una canción".1
Povo2
o carnaval nasceu
pra bater no coração das pessoas
mas o batida feita
é a batida da terra,
não dos homens.
Pueblo (traducción)
El carnaval nació
para latir en el corazón de las personas
pero el latido hecho
es el latido de la tierra
no de los hombres.
Ya no escribo los domingos, los domingos están para descansar de eso que pasó en la semana; aunque no siempre entendamos qué pasó.
Fiesta, terraza, fotos, amigos, queloscumplasfeliz
Más charlas, vino
CharLas de vino, devino en charla
Chapoteamos en DIBUJOS
En la docencia
en marcas de cámaras y en ángulos
Eso de habitar el mundo en portugués
Bajo las amistades Antiguas
Que siempre son bienvenidas
Ella y él, hablan, los veo de lejos, están en la terraza
sentados a un costado
Los sé bien, estoy tranquila, hay que cuidar a los amigos,
Entonces me relajo y puedo b a i l a r
Yo prefiero bailar en la cocina, donde se cocina la cosa y hace menos frío
El espacio es lo de menos,
Me salgo de mí, de mi rol de bailarina y bailo
Y bailo tan adentro mío que me olvido de mí
Hasta que vuelven las fotos
y algo me interrumpe el movimiento
Una voz mora, una voz salida de bares de esquina
Improvisada,
desprovista de trajes almidonados
y el vaso de vino que contiene el Pequeño Sorbo que aun no fue
Yo digo todo lo que tengo al alcance,
cual-quier-cosa
para convencerme de que un silencio vale
después de mucho ruido de charla
vale TANTO como ese silencio de la avenida
por donde ya casi no pasan los bondisendomingo,
sólo árboles Y frío Y lluvia
Y ahí puedo escuchar el silencio, un rato, hasta que llegue a casa
Y vuelva a salir, una y otra vez, un domingo
Para escribir eso, que es mejor
escribir un lunes.
Agustina Saubidet
PD: Lo que se omite, se calla; aunque lo escrito, escrito está.
Foto de alguna calle de San Telmo, septiembre 2009.
Ver por vez primera
A vida que clareia
nas ruas da cidade
Os tempos novos
Muitos eles
Novos
Que vem e que vam
Primavera
L´hiver qui s´achève
Partir vers la première fois
D´ un printemps adolescent
dévoré par un silence
Après la mort
toujours
La primavera
Agustina Saubidet
PD: primavera lo que lucha por renacer, no importa dónde, la lucha es siempre la misma, en cualquier lengua, bajo diferentes etimologías, más allá del origen olvidado de cualquier palabra que nos habite, en cualquier estación que nos encuentre.
Chin-chin