Y ellos hablaban de lo infantil, de lo infantil que nos resultaba todo y vos por ese entonces me leías, no parabas de leerme y yo dejé de golpe de ser la maga y creí estar volviéndome una Talita con un Traveler al lado y me asusté, como quien se asusta de encontrarse en algún lado y me fui y no te dije que me iría para mirar todo el tiempo atrás, para buscar eso que ya no está y con los años la maga comenzó a parecerme demasiado tonta, como la literatura infantil de teletubi, como los tragos de magia, como la violencia en el futbol, como la ignorancia que habita también el sufrimiento y la política y todo se volvió efímero, menos el dolor Cuando empecé a leer, eso que yo quería leer y que no elegías por mí (porque con vos a los veinte ser ignorante era molesto, pero también cómodo y vos con veinticuatro siempre remarcando tu sufrimiento y tu vacío como algo mucho más grande que el mío, cómo si esa comparación importara, duele y punto y ya es demasiado grande como para apagarlo, pero vos no, eso no lo leías… al lado tuyo, sentía no saber nada; la inteligencia era tu erudición y yo debía limitarme a aplaudirla) Cuando empecé a leer con mis propios ojos el mundo, lo injusto que son algunas cosas más allá de mí y de vos, y vi que mi dolor, como el tuyo era el de mucho otros también, entonces empecé a escribir sobre eso y ya nada fue igual Al principio todos mis escritos me resultaban ser la sombra de tu sombra, pero no una imagen de algo propio Siento que creaste un monstruo, que con tus poesías me obligaste a ver eso que yo era y que escondía detrás de un disfraz de carnaval pagano, pero no era sólo eso, también era mi infancia feliz, mi mundo crédulo, infantil, mi humor bufón tierno intempestivoimprovisado… "Los colores son...los colores" Olvidaste decirme que la profundidad también existe en la boludez y esos momentos felices de carcajadas que estallan en un dolor de panza Olvidaste decirme que el mundo también era armar una lista de supermercado y no sólo comer las sobras de otros; que no sólo hay que luchar por la comida caliente de otros pobres, sino también por la propia; que es fácil huir a las cuatro de la mañana en un taxi, para no mojarse; pero mucho más difícil es tener un paraguas y no perderlo.
Talita fue siempre discriminada por los lectores Nadie recuerda a talita, menos a Pola y hoy creo que ya no puedo escribir sin evocar todo lo que duele pensando en la vida triste de la maga, sabiendo que, vamos, quién no quiere ser alguien escrito por otro… y ser talita la maga horacio traveler etienne y pola al mismo tiempo…es más fácil ser uno solo y desde ahí mirar todo, porque ser uno, al menos, nos deja tranquilos, dormir tranquilos respirar tranquilos… ser nombrados y perfectos, ridículamente nombrados, pero al mismo tiempo silenciados y muertos el lado b La maga renace en talita, y también en pola, en mis ampollas en mis dedos de mirada… quiero matar a la maga y ya no preguntarte quién soy, vos que me hablabas todo el tiempo de ella sin dejarme opción de ser alguien distinta y menos ingenua (ya no creo en la ingenuidad de la maga sería demasiado cómodo a esta altura del partido) Yo me creía que era perfecta cuando me nombrabas laMaga (con tus veinticuatro y yo con mis “prometedores” veinte) sobre todo en tus poemas cartas tus canciones de aserrín de jeans gastado roto tu bohemia in entendible que sonaba más a falta de opciones que otra cosa y vos también te fuiste, hubiera estado bueno que me cruzaras con un café por Boedo, en Margot y que me dijeras que hay cosas que nunca dejan de doler, pero que eso no tiene que ver conmigo. Rayuela no era un juego Rayuela era un laberinto, un mandala complicado y vos un minotauro… ahora lo sé Paris es un mandala, pero tuve que llegar a Paris con mis pies cansados para entenderlo, para habitarlo, muchísimo más que cuando vos me lo leías
Qué bueno tener el pelo corto y sentir que afuera del laberinto aun se puede seguir respirando, más allá de Paris, del café que nunca fue, del mal trago, del nombre ausente Game over, bartender Me quedo con Lucas, ¿cuál?, bueno, no sé , nunca supe su apellido…Lucas Tal, ponele… y ¿qué dijo Lucas Tal?, no lo sé, sólo sé que cuando se fue, o mejor dicho, cuando lo dejé ir, supe del dolor, pero también que las verdades a medias, resultan ser mejores mentiras que verdades y todo esto es tan absurdo como una sonrisa a medias, en medio de esta plaza circular llamada Julio Cort-azar que se esconde detrás de esta ciudad "tan recta".
Talita fue siempre discriminada por los lectores Nadie recuerda a talita, menos a Pola y hoy creo que ya no puedo escribir sin evocar todo lo que duele pensando en la vida triste de la maga, sabiendo que, vamos, quién no quiere ser alguien escrito por otro… y ser talita la maga horacio traveler etienne y pola al mismo tiempo…es más fácil ser uno solo y desde ahí mirar todo, porque ser uno, al menos, nos deja tranquilos, dormir tranquilos respirar tranquilos… ser nombrados y perfectos, ridículamente nombrados, pero al mismo tiempo silenciados y muertos el lado b La maga renace en talita, y también en pola, en mis ampollas en mis dedos de mirada… quiero matar a la maga y ya no preguntarte quién soy, vos que me hablabas todo el tiempo de ella sin dejarme opción de ser alguien distinta y menos ingenua (ya no creo en la ingenuidad de la maga sería demasiado cómodo a esta altura del partido) Yo me creía que era perfecta cuando me nombrabas laMaga (con tus veinticuatro y yo con mis “prometedores” veinte) sobre todo en tus poemas cartas tus canciones de aserrín de jeans gastado roto tu bohemia in entendible que sonaba más a falta de opciones que otra cosa y vos también te fuiste, hubiera estado bueno que me cruzaras con un café por Boedo, en Margot y que me dijeras que hay cosas que nunca dejan de doler, pero que eso no tiene que ver conmigo. Rayuela no era un juego Rayuela era un laberinto, un mandala complicado y vos un minotauro… ahora lo sé Paris es un mandala, pero tuve que llegar a Paris con mis pies cansados para entenderlo, para habitarlo, muchísimo más que cuando vos me lo leías
Qué bueno tener el pelo corto y sentir que afuera del laberinto aun se puede seguir respirando, más allá de Paris, del café que nunca fue, del mal trago, del nombre ausente Game over, bartender Me quedo con Lucas, ¿cuál?, bueno, no sé , nunca supe su apellido…Lucas Tal, ponele… y ¿qué dijo Lucas Tal?, no lo sé, sólo sé que cuando se fue, o mejor dicho, cuando lo dejé ir, supe del dolor, pero también que las verdades a medias, resultan ser mejores mentiras que verdades y todo esto es tan absurdo como una sonrisa a medias, en medio de esta plaza circular llamada Julio Cort-azar que se esconde detrás de esta ciudad "tan recta".
Agustina Saubidet despuntuada
PD: inspirado après coup en el capítulo 27 de Rayuela de Cortazar cuyo fragmento dice así
“Pola es muy hermosa, lo sé por los ojos con que me miraba Horacio cuando volvía de estar con ella, volvía como un fósforo cuando se lo prende y le crece de golpe todo el pelo, apenas dura un segundo, pero es maravilloso, una especie de chirrido, un olor a fósforo muy fuerte y esa llama enorme que después se estropea. Él volvía así y era porque Pola lo llenaba de hermosura.”
Foto, Plaza Cortazar, Palermo (¿lado B de Congreso? Buenos Aires, agosto 2009