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domingo, diciembre 26, 2010

O Casal só para entendidos -Baile Samba Rock

(para entender mejor este post se recomienda mirar el siguiente video http://www.youtube.com/watch?v=YBSN_hYt8yA o clickear en el título del post)
Escuchando Afrobeat se me vino a la cabeza el samba rock, movimiento musical que se inauguró en Brasil a fines de los 60, de la mano de Jorge Ben Jor: una mezcla de samba, con rock, soul, funk (y afrobeat, admitamos, aunque con menos vientos y un poco menos funkyjazzeado).
Samba Rock: uno de los ritmos más interesantes por la fusión de diferentes géneros que contiene, habilitando una pluralidad de pasos posibles, en lo que respecta a su baile (incluso hasta figuras y marcas de cumbia colombiana y son y por qué no, de tango). Admito que nunca lo bailé, posiblemente porque en las fiestas no pasan samba rock, o tal vez porque ya no se baila o lo que se baila parece más una coreografía trascendente que una diversión inmanente (como el tango fantasía y el tango de salón que me enseñó mi abuela; la diferencia entre los que bailan salsa a lo miamezco y la forma de bailar el son que tienen los cubanos) .
El tema fue que, Intrigada por conocer más sobre cómo se baila el samba rock, me topé con este video en dónde puede apreciarse la alta calidad del baile de una pareja de Brasil recordando sus tiempos mozos en una reunión familiar.
Más allá del jeans ajustados de la dama, que ocupa el 80 por ciento de los primeros planos, para quienes gusten del arte del baile quisiera compartir ciertas apreciaciones. Observen la elegancia del tipo. Un paso básico que conserva casi intacto a lo largo de todo el video y lo que realmente se mueve son sus manos que orquestan los movimientos de ella y de su jean. El la marca y ella se luce, no sin dejarse marcar. Se nota que llevan años bailando juntos, él sabe marcar muy bien, es muy sutil, avanza casi imperceptible, casi exclusivamente con la punta de los dedos.
Detalle: cada vez que ella por alguna razón se equivoca; él la saca con una elegancia tal, que camufla cualquier equívoco. Todo un caballero.
Cuando se cansa de revolearla, la agarra de la cintura y no la deja retirarse ni un instante y sin siquiera mirarla, con un simple gesto de punta de mano o de brazo firme, despliega o reprime los movimientos del cuerpo de ella. Increíble
Lo que más me llamó la atención, después de ver estas imágenes como unas veinte veces, es que a lo largo de todo el video, ni se miran. Tampoco sobreactúan un deseo, no se conquistan, no se pierden, no se buscan, simplemente bailan juntos sin siquiera mirarse.
Queda claro que ambos se encuentran en el baile como siempre, con esa cotidianeidad que dan los años, como quién ya sabe lo que piensa el otro, más allá de una mirada, de un jean ajustado, de una mano que no resigna ni su poder, ni su amor (¿por el baile?), a pesar del tiempo pasado.

Gute

martes, febrero 03, 2009

Encuadro: El baile (Escena 3 Final)

(Ambos se encuentran en el salón. Lucía acomoda sobre la mesa ratona las tazas para tomar el té. Diego observa atentamente por la ventana cómo cae la lluvia sobre las baldosas del patio.)

-Cuénteme un poco de su marido
-¿De Francisco?
-Sí, ¿hace mucho que se fue?
-En realidad nunca sé cuando vuelve, ni cuando se va. Hace tiempo que no cuento su ausencia. Siempre supe que ser su mujer tenía estos riesgos: el arte, las giras, la fama, no es para todos.
-¿Lo extraña?
-A veces, de noche, antes de dormir, pero no mucho.
-Disculpe Lucía, no deseaba incomodarla y menos ponerla triste.
-No, no es eso, es que hace mucho, como le decía, que no cuento su ausencia.
-¿El la sabe?
-“Lucía, no le digas nada”- dice una de las voces-
-“¡Diego aún cree. No le cuentes lo de Francisco.”
-Yo no le cuento nada, él pregunta -y luego se dirige a Diego
-Perdón, ¿qué me preguntó?
-Si él la sabe- le reitera Diego.
-No sé, tal vez la suponga. ¿Quiere un té, Diego?
-Bueno, muy amable

(mente ao meu coração Maria Rita suena)
Composição: Francisco Malfitano e Pandia Pires

Mente ao meu coração, que cansado de sofrer, só deseja adormecer na palma da tua mão Conta ao meu coração estória das crianzas para que ele reviva as velhas esperanzas. Mente ao meu coração mentiras cor-de-rosa que as mentiras de amor não deixam cicatrizes E tu és a mentira mais gostosa de todas as mentiras que tu dizes.(1)

-Usted sabe Diego, hay canciones que valen por una frase.
-Disculpe Lucía, no sé nada de música. Sé de toros, pero no de música.
-Escuche esta canción (se hace un breve silencio) ¿Desea bailar?
-¿Bailar?, por favor, eso no corresponde, no tengo ritmo.
-No tiene por qué tenerlo, Diego. Venga, apoye sus manos en mis rodillas y escuche esto que tengo para cantarle.
-Lucía, no quiero bailar.
-“No quiere sentir, ¿ves?, te dije que era un cobarde” –le dice una voz-.
-“El quiere que le saques las botas, que limpies el barro, pero no quiere nada de vos.”- continúa otra.
-Eso no es cierto, sino entonces ¿por qué se quedó? –enojada reclama Lucía.
-“Por tus rodillas, tonta, qué pensabas”.

FIN


Agustina Saubidet, Buenos Aires Agosto 2008


1 Traducción de la canción (que siempre, claro, puede fallar como dice Derrida)
Mentile a mi corazón, que cansado de sufrir, sólo desea adormecerse en la palma de tu mano. Contale a mi corazón historia de niños para que reviva viejas esperanzas. Mentile a mi corazón mentiras color de rosa que las mentiras de amor no dejan cicatrices. Y vos sos la mentira más deliciosa de todas las mentiras que decís.


Se recomienda leer los dos post anteriores.

lunes, diciembre 15, 2008

Intimas Verdades 1

Cuando tenía 22 años vivía en un departamento en el barrio de Monserrat: Salta 444, difícil de olvidar.
La casa tenía grandes ventanales por donde la luz de la luna entraba y algunas noches, la muy cretina ni me dejaba dormir. Pero lo más interesante que tenía el departamento, no era eso; sino que en primavera, entre las siete y las siete y media de la mañana, entraba una luz hermosísima, entre naranjas, rojos y ocres.
La primera vez que descubrí esa luz, observé cómo, a través de las rendijas de la persiana, se proyectaban sobre la pared del comedor un juego de luces y sombras infinito; y vi también que mi propia sombra no podía quedarse afuera de semejante acontecimiento.

Entonces ponía música y se quedaba mi sombra bailando horas y horas hasta que la luz se iba.

Durante tres años, en primavera, siempre llegaba tarde al trabajo.



Agustina Saubidet


Foto Purple Sky "comme d´habitude" de Gonza Saenz, un amigo de la casa, bah, un habitante más de la casa
http://www.flickr.com/photos/gonzalo_ar/235820425/in/set-1585397/