viernes, octubre 24, 2008

Ficciones Fijaciones- Fi

No sé cuántos problemas te trajo esto a vos. A mí me trajo varios enredos cerebrales, varios cuelgues, varias fantasías, varios odios, varios arrepentimientos, varios desbordes, pero sobre todo varios odios. Sería más fácil odiarme a mí misma, cerraría el círculo, pero como no puedo autoodiarme, te odio a vos, de varias maneras, o de todas.
Anoche mientras miraba las fotos, sentí que era uno de esos días decididamente problemáticos, esos de mate en la mesa ratona, sentada en el sillón, jugando con los almohadones, el control remoto (siempre con poca pila), jugando con las cartas, sin encontrar nunca las pantuflas, ensuciando las medias blancas sin que importe (nunca me importó, pero ayer menos que nunca); evitando ordenar la casa. No puedo ordenar mi casa los fines de semana, los fines de semana están hechos para otra cosa. Hace un tiempo, o rato, no sé me enredé, en otro tiempo los fines de semana estaban hechos para besarte y hoy, domingo, ya no sé. Tal vez alcance con escribirte.
Me llamó Fer, dice que acaba de terminar el presupuesto para el año que viene, que está cansado, que por suerte todo terminó. También lo nuestro terminó, pero Fer no lo sabe.
Me escribe Vale, me dice que está con alergia, que los árboles de Chile largan no sé que cosa que le hace mal, que no tiene obra social todavía, que no sabe qué hacer con la alergia; que Chile le gusta, a veces más a veces menos, que esta semana menos con el tema de las alergias y lo de la obra social (que la tiene enojada); pero que cuando pasea le encanta (no sé si la alergia, no sé si Chile, no sé si preguntarle). Me dice:

“igual no es dónde estés... vos sabés.... yo tengo que resolver algunas cosas...
creo que cuando las tenga resueltas cualquier lugar donde esté me va a parecer divine, y también estaré lista para partir
lo haga o no...”

Vale no sabe que estoy escribiendo, menos que la transcribo. Intuye creo que la extraño, pero no se lo digo mucho. Ella lo sabe, no sé si vos.

Agustina Saubidet (Gute)

domingo, octubre 19, 2008

After π

Empezaba a creer en la sincronicidad.
A confiar en eso que me hacía pensar en vos, a darle un lugar, a darte un lugar... a creer sin preguntar en la existencia de ese espacio, más allá de mí, a pesar de mí.
Y de repente lo vi:

Si quieres encontrarlo, lo harás en todas partes.
When your mind becomes obsessed with anything, you will filter everything else out and you will find it everywhere.

Mi certeza se redujo a un abismo de sinsentidos.
Y ahí estaba yo, contando los 216 peldaños que me alejaban de la planta baja, caminando los 216 pasos de mi casa hacia el trabajo, y del trabajo a casa, sintiendo los 216 latidos que le tomaba a mi corazón escuchar esa canción, lamentando las 216 razones por las cuales nunca podría haber un vos y yo.


Leri, after π .-

miércoles, octubre 08, 2008

Les Amours


-Hay amores que no valen la pena
-Y ¿cómo te das cuesta?
-Cuando ya no están.
-Y ¿cuándo dejan de estar?
-Cuando ya no duelen



PD: por favor, llevame conmigo

Gute Saubidet

miércoles, octubre 01, 2008

2004 por esas cosas que uno eligió, alguna vez, que no es esta

Me emocionó su poesía, acto sensible, porque heroico, porque escrito, porque enviado, porque mail, porque enter, porque sangunche de milanesa, porque traza, porque cerveza, porque tal vez, porque quizas, porque LaMagadelHoracio, porque junto, porque separado, porque tibio, porque errante, porque no sé, porque me importa, porque excusa, porque ex-cura, porque cura, porque la fierro, porque la orquesta, porque café, porque cuatro pesos, porque bondi, porque 26, porque 31, porque 27, porque no 29, porque patria, porque resonancia, porque un armano de tabaco, porque desarmado de protocolos, porque pesca, porque muere, porque renace, porque duda, porque sentencia, porque despierta, porque rechina, porque piensa, porque vive, porque sufre, porque sonríe, porque tiembla, porque extranjero, porque interpela, porque lo nombra sin nombre, porque lo ofrece cual carnada, porque pica, porque alergia, por sí, porque no, porque ME EMOCIONÓ...porque enter. Agustina Saubidet