Desde el taxi las cosas se ven distintas: muchos edificios, gente caminando, autos que vienen y van de una manera sorprendentemente organizada.
A medida que nos aproximábamos a la estación, el snobismo yankie miaminesco de providencia se fue desdibujando hasta llegar a una realidad "más popular".
Noe me dice: "¡cómo cambió el paisaje!". Siempre pasa lo mismo, pienso, en los barrios del sur suelen verse las "realidades populares", así como esos lugares nodales de transporte público (plaza once, constitución, retiro, en Baires).
Enrico me dice que siempre hay que prestar atención a los graffitis de las calles, es ahí donde se ve la realidad del barrio; entonces leo "juventud organizada", sobre una pared descarcarada en una calle aledaña a la estación de micros.
Le comento a Leri lo que hablé con Noe, le cuento del cartel, del graffiti, de Enrico, de los barrios. Leri dice: "acá sí se ve la resistencia"...tal vez leyendo los murales uno ve la resistencia: el sur, sosteniendo el norte, resiste; aunque no siempre, pienso.
A eso de las cinco y media, llegamos finalmente a Caleta Horcón, allí donde el atardecer parece detenido...hace horas que el día parece haberse detenido en la puesta de sol; 30 minutos con la misma luz, como si el sol fuera un niño y no quisiera irse a dormir o como si fuera tan resistente que no quiere iluminar el norte (tan sólo el amanecer de los pescadores que a las ocho de la noche van preparando sus botes para salir de pesca en unos minutos, que bien podrían ser años (como esos atardeceres "populares" en caleta horcón)).
Agustina Saubidet y sus paréntesis sin cerrar a tiempo 07/03/2009

PD: reflexión editada: "realidades populares", qué no sería una realidad popular, es como plantear la cultura popular como otro tipo de cultura. La cultura es una sola, bajo una multiplicidad de formas y formatos de expresión; la realidad "objetiva" es un poco lo mismo... y bueno, la realidad de un lugar, creo yo al menos, siempre le pertenece al pueblo que la habita.