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martes, agosto 18, 2009

De Santiago de Chile a Caleta Horcón (diario de viajes)

(Tomando un taxi desde el barrio de Providencia en Santiago de Chile, rumbo a la estación de micros, autobuses, destino Caleta Horcón y su amanecer detenido). Dedicado a la figura de Pincoya de la mitología Chiloé

Desde el taxi las cosas se ven distintas: muchos edificios, gente caminando, autos que vienen y van de una manera sorprendentemente organizada.
A medida que nos aproximábamos a la estación, el snobismo yankie miaminesco de providencia se fue desdibujando hasta llegar a una realidad "más popular".
Noe me dice: "¡cómo cambió el paisaje!". Siempre pasa lo mismo, pienso, en los barrios del sur suelen verse las "realidades populares", así como esos lugares nodales de transporte público (plaza once, constitución, retiro, en Baires).
Enrico me dice que siempre hay que prestar atención a los graffitis de las calles, es ahí donde se ve la realidad del barrio; entonces leo "juventud organizada", sobre una pared descarcarada en una calle aledaña a la estación de micros.
Le comento a Leri lo que hablé con Noe, le cuento del cartel, del graffiti, de Enrico, de los barrios. Leri dice: "acá sí se ve la resistencia"...tal vez leyendo los murales uno ve la resistencia: el sur, sosteniendo el norte, resiste; aunque no siempre, pienso.

A eso de las cinco y media, llegamos finalmente a Caleta Horcón, allí donde el atardecer parece detenido...hace horas que el día parece haberse detenido en la puesta de sol; 30 minutos con la misma luz, como si el sol fuera un niño y no quisiera irse a dormir o como si fuera tan resistente que no quiere iluminar el norte (tan sólo el amanecer de los pescadores que a las ocho de la noche van preparando sus botes para salir de pesca en unos minutos, que bien podrían ser años (como esos atardeceres "populares" en caleta horcón)).

Agustina Saubidet y sus paréntesis sin cerrar a tiempo 07/03/2009
Justificar a ambos lados
PD: reflexión editada: "realidades populares", qué no sería una realidad popular, es como plantear la cultura popular como otro tipo de cultura. La cultura es una sola, bajo una multiplicidad de formas y formatos de expresión; la realidad "objetiva" es un poco lo mismo... y bueno, la realidad de un lugar, creo yo al menos, siempre le pertenece al pueblo que la habita.

martes, marzo 17, 2009

Impresiones de Chile 3: Vocabulario

Los chilenos, no sé si todos, pero todos lo que conocí, manejan un idioma aparte. No es como la diferencia idiomática entre España y Argentina, la diferencia con el chileno es muchísimo más marcada. Entonces, hasta la frase más ingenua poseía neologismos para mis oídos. Leri me recomendó sacar las palabras por contexto, lo que Leri no entendía era que tampoco yo entendía el contexto.

Frase: “A mi madre la echaron de Lapega” yo pensaba hasta ese momento que Lapega era el nombre de una empresa, por contexto... (es más pensé debe ser una mega multinacional porque todos trabajan ahí) Pero no, pega es laburo en términos más generales (tardé varias “pegas” en entender esta generalización).

La chucha: la traducción más rápida era mierda. “A la chucha” equivale, para mí, a decir “a la mierda.” Sin embargo hay expresiones como “sacar la chucha”, que a mis oídos sonaba medio mal, pero con aclaración del contexto y una traducción inmediata supe que era “cagar a golpes”.

En general la conjugación del presente del indicativo en la segunda persona del singular termina en i: “cachai”, “comprai," “andai”, bastante simpático y sin mucha dificultad. Es como nosotros, los argentinos, que en vez de decir “me entiendes” decimos “me entendés”. Sin embargo, no todo es tan sencillo como parece. Algo rarísimo ocurre con esta regla y el verbo correr. En argentino uno diría “corrés”; ellos dicen “corrí”; con lo cual la primera vez no sabía si hablaban de mí (es decir que yo era su “vos”) o el interlocutor hablaba en pasado refiriéndose a él mismo.

Cuatico: no es acuático, es cuático. Es un adjetivo que puede usarse tanto positiva, como negativamente. Es un adjetivo que marca extremos, como el uso del “zarpado” en buenos aires, algo parecido. El problema es que yo nunca sabía si se trataba de algo positivo o negativo, sólo supe que era algo extremo; así que después de escuchar la palabra cuático me quedaba siempre con la duda, así que por las dudas, preguntaba o me quedaba callada, esperando entender el contexto. Hubo una pista que saqué por contexto, “muy cuático” es positivo casi siempre y “cuatico” solo en general es negativo…todo es a menudo, nunca es siempre en Chile…lo único que puedo decirles es que cuando regresé a buenos aires y vi sus ojos de nuevo en detalle, ya no me parecían (como antes de viajar a Chile) bonitos, hermosos, sus ojos eran ahora para mí “muy cuáticos” y se lo dije y aunque no sabía nada de chileno, creo que me entendió, por contexto.


Agustina Saubidet


PD: Estos detalles de la lengua castellana chilena son a modo de ejemplo, hay que multiplicarlos por la extrema cantidad de neologismos que utilizan. He omitido aquí la declinación del término wuvada y sus derivados, qué son mucho y que hasta la fecha no puedo ni explicar.

sábado, marzo 14, 2009

Impresiones de Chile 2: políticas

Hablé con Maria la encargada del hostal de la Serena, la primer antipinochetista con la que hablé, no es tan fácil encontrar a alguien en Chile que esté en contra de Pinochet. Es rarísimo. Nadie habla de política y menos de horror de la dictadura, de los robos, de las violacioens, de la tortura, de los desaparecidos. Según me han informado aquí en Chile hubo aproximadamente 5000 desaparecidos, lo cual no es poco. Igual una vida vale por 30000, por 5000, son vidas, y una tan sólo es ya algo inconmensurable.
El olvido parece ser una gran anestesia, tan grande que no parece haber antídoto contra ella; pero hay una memoria resistente que puede soportar cualquier anestesia.
Es sol sale igual en cualquier lado del mundo, porque el mundo es uno solo. Como dice Alvaro "la luna llena es siempre la misma en cualquier lado del mundo" y la memoria y el olvido menguan o crecen, pero nunca están nuevas ni llenas.

Agustina Saubidet desde el diario de viajes

jueves, marzo 12, 2009

Porque se escribe (desde la playa del Faro. La Serena, Chile)

Se escribe porque se está cansado; porque ya no se piensa, porque se está aburrido, porque es bueno matar el tiempo entre líneas, así se ordena la muerte y la vida y todo, casi todo, menos la casa.
Se escribe porque la emoción nos molesta, nos incomoda.
Se escribe con trazos distintos, todo el tiempo, porque uno no es nunca el mismo cuando escribe.
Se escribe por miedo, un miedo casi necesario, como por incertidumbre. A veces se escribe tambien por coraje, pero son las menos.
Uno jamás intuye la palabra siguiente. Uno se dicta así mismo lo que diría; pero al escribirlo no lo dice; o sólo se lo dice a uno mismo porque en esa soledad no habita nadie, sólo se dice lo mismo que se dice frente a los espejos, salvo: "estás bonita".

Agustina Saubidet y su amuleto

sábado, marzo 07, 2009

Conversaciones con un chileno confitado

"El orgullo es lo que hace que esa fórmula mística y transparente entre dos personas vaya desapareciendo.

¿Y qué es el orgullo?

1) lo que te hace proteger tu espacio. Marcar tus límites...
Y cuando hay algo así de lindo, ¿para qué le vas a poner límites? El límite, ahí, no existe.

2) el orgullo pasa todo a primera persona.

Dices: "me siento orgulloso de algunas acciones buenas que hago".

3) el orgullo te hace hasta desconfiar de la otra persona y terminar hasta compitiendo.

Se dicen mutuamente: "si yo sé más"; "no, yo sé más".
Ahí comienzan todas las inseguridades y también las demás mierdas.

Fitado" (conversación transcripta en el diaro de viajes de Gute en el marco de una charla amena)

domingo, noviembre 23, 2008

Cordillera

Escribo desde el más allá…

Más allá de sus sentidos,
sus miedos, obsesiones
Más allá de la angustia que siente, que ella relaciona con el acto de escribir

-Es el acto de escucharse Val. Escribir lo vuelve una condición.

Muy en el fondo... ella lo sabe
No es el mundo de posibilidades lo que la oprime
Es volverse conciente de lo que ha hecho; y lo que no

Ella frota un retazo de paño sobre el cristal humedecido de sus anteojos; y sonríe

-Un placer reencontrarte en esta charla.

-El placer es mío.
-Ojalá esta vez tengas el coraje de quedarte.

Leri.-