Siempre odié la nata, la nata siempre me dio asco, la nata sobra en la leche. Recuerdo de chica, a mi viejo cuando me hacía la leche con chocolate caliente y si no iba rápido a tomarla, se formaba la nata, que yo cuidadosamente sacaba con la cuchara. Me daba asco la nata. Me acuerdo que cuando la leche estaba caliente yo miraba las burbujas que se formaban en el borde de la taza, una taza blanca de cerámica con unos rombos verdes en forma de guarda. Yo miraba las burbujas que se formaban a su alrededor, e imaginaba que eran globos de colores.
En ese mundo yo era feliz.
Me di cuenta que había crecido cuando mis cuatro dedos ya no podían entrar en el asa todos juntos, (tuve que dejar a dos afuera. Dos.)
Lloro. Creo que perdí muchas cosas mías en el camino, cosas que me hacían feliz.
-a. Saubidet
jueves, enero 22, 2009
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2 comentarios:
la infancia es el país de las cosas perdidas.
un beso grande
y ¿cómo se hace para irlas a buscar? ¿adónde queda eso? ¿en qué fila me pongo?
Saludos Nippur y gracias por tus comentarios, por cierto siempre muy pertinentemente escritos. Gute
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