Las fobias son deseos invertidos, me había dicho Alejo. Y Alejo tenía razón. En muchas cosas tenía razón: que últimamente escribo desde afuera, que no me meto adentro de ningún personaje, que supimos tener buenas charlas. Tal vez ahora ningún personaje me quede cómodo aunque lo haya inventado yo; escribo desde afuera porque no quiero llorar y con mis escritos yo lloro, no siempre, pero lloro…lo de las charlas, van y vienen, depende de mis ganas y de las de Alejo. Pero quiero hablar de las fobias.
Yo supe tener fobias a los espacios cerrados, me pregunto entonces: ¿deseo espacios abiertos o deseo espacios cerrados? Tal vez deseo encontrar una salida de emergencia, donde no haya otra posibilidad más que abrir esa puerta, pero para eso la señal tiene que ser clara, ya no me como cualquier anzuelo.
Yo también como Alejo, quería la orilla y la canción perfecta, que los días fueran una sucesión de orillas y de canciones. Pero no se puede vivir de orillas y de canciones, porque eso también sería un encierro y se volvería una fobia pronto.
Claudico a las fobias, reinvento mi vida, me veo a mí desde el espejo y entonces ya no soy yo invertida. Me veo a mí, y ya no a mis fobias, porque mis fobias han quedado encerradas dentro del espejo junto con todo aquello a lo que he claudicado, no sólo para sentirme más libre, sino para caminar un poco más liviana de pesares.
Yo supe tener fobias a los espacios cerrados, me pregunto entonces: ¿deseo espacios abiertos o deseo espacios cerrados? Tal vez deseo encontrar una salida de emergencia, donde no haya otra posibilidad más que abrir esa puerta, pero para eso la señal tiene que ser clara, ya no me como cualquier anzuelo.
Yo también como Alejo, quería la orilla y la canción perfecta, que los días fueran una sucesión de orillas y de canciones. Pero no se puede vivir de orillas y de canciones, porque eso también sería un encierro y se volvería una fobia pronto.
Claudico a las fobias, reinvento mi vida, me veo a mí desde el espejo y entonces ya no soy yo invertida. Me veo a mí, y ya no a mis fobias, porque mis fobias han quedado encerradas dentro del espejo junto con todo aquello a lo que he claudicado, no sólo para sentirme más libre, sino para caminar un poco más liviana de pesares.
Agustina
PD: esto es la respuesta al comentario dejado por el Llanto en el post anterior. Se transcribe el comentario a continuación. Muchas gracias (seguiremos trabajando para mejorar nuestros servicios.)
"Quisiera nomas que todo fuera como algún atardecer en la playa en el que de pronto suena, desde alguna parte, esa canción que tanto te gusta, y la canción pasa y el momento pasa y sabés que estuvo bien, que te hizo bien, y que después llegará otra canción con otros atardeceres y ojala que la vida se parezca a eso, nada más que eso, después del verano el verano, que bueno sería, y es un poco así, aunque no siempre nos damos cuenta. Al menos yo no.
Vamos por una Gaseosa Agustina.... y algo mas de aquello que no perdimos.
El Llanto...."
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