martes, febrero 03, 2009

Encuadro: El baile (Escena 3 Final)

(Ambos se encuentran en el salón. Lucía acomoda sobre la mesa ratona las tazas para tomar el té. Diego observa atentamente por la ventana cómo cae la lluvia sobre las baldosas del patio.)

-Cuénteme un poco de su marido
-¿De Francisco?
-Sí, ¿hace mucho que se fue?
-En realidad nunca sé cuando vuelve, ni cuando se va. Hace tiempo que no cuento su ausencia. Siempre supe que ser su mujer tenía estos riesgos: el arte, las giras, la fama, no es para todos.
-¿Lo extraña?
-A veces, de noche, antes de dormir, pero no mucho.
-Disculpe Lucía, no deseaba incomodarla y menos ponerla triste.
-No, no es eso, es que hace mucho, como le decía, que no cuento su ausencia.
-¿El la sabe?
-“Lucía, no le digas nada”- dice una de las voces-
-“¡Diego aún cree. No le cuentes lo de Francisco.”
-Yo no le cuento nada, él pregunta -y luego se dirige a Diego
-Perdón, ¿qué me preguntó?
-Si él la sabe- le reitera Diego.
-No sé, tal vez la suponga. ¿Quiere un té, Diego?
-Bueno, muy amable

(mente ao meu coração Maria Rita suena)
Composição: Francisco Malfitano e Pandia Pires

Mente ao meu coração, que cansado de sofrer, só deseja adormecer na palma da tua mão Conta ao meu coração estória das crianzas para que ele reviva as velhas esperanzas. Mente ao meu coração mentiras cor-de-rosa que as mentiras de amor não deixam cicatrizes E tu és a mentira mais gostosa de todas as mentiras que tu dizes.(1)

-Usted sabe Diego, hay canciones que valen por una frase.
-Disculpe Lucía, no sé nada de música. Sé de toros, pero no de música.
-Escuche esta canción (se hace un breve silencio) ¿Desea bailar?
-¿Bailar?, por favor, eso no corresponde, no tengo ritmo.
-No tiene por qué tenerlo, Diego. Venga, apoye sus manos en mis rodillas y escuche esto que tengo para cantarle.
-Lucía, no quiero bailar.
-“No quiere sentir, ¿ves?, te dije que era un cobarde” –le dice una voz-.
-“El quiere que le saques las botas, que limpies el barro, pero no quiere nada de vos.”- continúa otra.
-Eso no es cierto, sino entonces ¿por qué se quedó? –enojada reclama Lucía.
-“Por tus rodillas, tonta, qué pensabas”.

FIN


Agustina Saubidet, Buenos Aires Agosto 2008


1 Traducción de la canción (que siempre, claro, puede fallar como dice Derrida)
Mentile a mi corazón, que cansado de sufrir, sólo desea adormecerse en la palma de tu mano. Contale a mi corazón historia de niños para que reviva viejas esperanzas. Mentile a mi corazón mentiras color de rosa que las mentiras de amor no dejan cicatrices. Y vos sos la mentira más deliciosa de todas las mentiras que decís.


Se recomienda leer los dos post anteriores.

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