Se escribe porque se está cansado; porque ya no se piensa, porque se está aburrido, porque es bueno matar el tiempo entre líneas, así se ordena la muerte y la vida y todo, casi todo, menos la casa.
Se escribe porque la emoción nos molesta, nos incomoda.
Se escribe con trazos distintos, todo el tiempo, porque uno no es nunca el mismo cuando escribe.
Se escribe por miedo, un miedo casi necesario, como por incertidumbre. A veces se escribe tambien por coraje, pero son las menos.
Uno jamás intuye la palabra siguiente. Uno se dicta así mismo lo que diría; pero al escribirlo no lo dice; o sólo se lo dice a uno mismo porque en esa soledad no habita nadie, sólo se dice lo mismo que se dice frente a los espejos, salvo: "estás bonita".
Agustina Saubidet y su amuleto
jueves, marzo 12, 2009
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