viernes, febrero 03, 2006

Escribir


Escribir, ese acto inconmensurable...esa palabra breve por donde se escapa la emoción traicionera.
Escribir como acto incandescente, entre la aurora tardía y la madrugada eterna.
Escribir entre mates, entre espacios propios donde lo ajeno se apropia de lo inaprensible de nosotros mismos.
Escribir como el acto del viajero errante que tan sólo concibe partidas, sin banderas de conquista.
Escribir porque sí...apropiarse de la nada.
Escribir es perderse, es dejarse, es mirar a lo otro desde el lenguaje.
Escribir, actuar en millones de escenarios sin acomodadores, ni butacas; saltar hacia el infinito sin pedir permiso.
Escribir en gerundio, siempre en gerundio, como algo continuo que atraviesa el tiempo, resquebrajándolo.
Escribir sobre tumbas, es como escribir sobre la cama; sin morirse pero casi, mordisquear la muerte, devorando la vida.
Escribir abre una puerta sin casa. Un fantasma que nos habita.
Escribir nos traiciona la cara, nos desdibuja el rostro frente a los otros, que también somos nosotros mismos...es borrarse y rescribirse al margen, sin nota al pié.
La escritura es nuestro espejo al menos para quienes en nuestras noches de insomnio tartamudeamos pensamientos o quienes simplemente hemos soñado una frase plasmándola en una servilleta de papel de un bar cualquier, de una ciudad cualquiera y casi, como por olvido o por traición, la dejamos sobre la mesa a modo de propina, sabiendo que no dejamos nada, más que el acto insignificante de nuestra escritura.

Gute.
(18/10/2004)

2 comentarios:

mobtomas dijo...

UY, sí, yo recuerdo que eso se sentía, cuando podía... cómo pesa el tiempo caray. Hermoso escrito Agus. Un abrazo con mucho afecto, y algo de añoranza por ese sentimiento que plasmante tan bien.

Bizomáticas dijo...

Luja usted sabe, la escritura está siempre, es un estado... como la sobriedad, como la embriaguez.
Lo quiero, lo respeto, lo leo, siempre!

Un abrazo enorme desde BA

Gute, que no es la del 2004 pero que lo quiere muchísimo más que por aquel entonces que ni lo intuía.