domingo, diciembre 26, 2010
O Casal só para entendidos -Baile Samba Rock
sábado, diciembre 04, 2010
Blablabla
Carta personaje comoquieras.
Gute
viernes, noviembre 19, 2010
Soledad es Singularmente colectivas
a mis cumpas de Cátedra
Es de día, me quedé en casa viendo como un mundo se desmorona del otro lado de la persiana, hay soledades que abrazan, pensé y ésta es una de ellas, todo el resto queda del otro lado de la persiana, todo eso otro que no quería y lejos de la nostalgia, hubo un alivio, una necesidad de volver a mí y no tanto a lo desmoronado.
Cumplía mis rutinas con la responsabilidad de siempre, sabiendo que hay cosas que limitan, pero esas cosas son de los otros y los otros tampoco pueden solos, pero eso no quiere decir que uno pueda por el otro y menos que tenga derecho a hacerlo. Allá vos con tus problemas esos que tantas veces camuflaron mi no poder conmigo misma, entendí en esa soledad que la compasión bien alejada estaba de la potencia, que siempre la mala conciencia me gana, siempre, o eso era antes de desmoronarse el mundo.
¿Me ayudás con esto?, decían desde los escombros. Claro; eso no quiere decir que esta vez no prefiera ver cómo los otros hacen con su mundo desmoronado del no pudo, ya no puedo hacer nada con los escombros, en mí habita una alegría solitaria que llena de lágrimas mi almohada y apenas me permite dormir.
Soy un conejo que salta en una cama que no duerme.
Abrazo ciertas soledades, aunque admito que me entristece ver los escombros del otro lado de la persiana, ya no quiero ver como los otros pueden lo que yo no puedo o lo que pudieron por mí, prefiero verme en una marcha rodeada de todo lo que todos podemos, aunque no estemos de acuerdo con ese todo.
Hay dolores singulares que nadie entiende y que reclaman explicación, pero que yo no puedo explicar, hay una alegría en el baile. Pienso en Africa y en Michaux y me salvo por encontrar ahí algo de lo absurdo inexplicable, pero eso pasó después, antes de pensar en eso pensé que el sistema te cansa, el sistema es también el escombro de un país, de una nave, de un continente entero, la obstinación de la perfección inalcanzable, eso que nunca seremos. Me acordé de la planta, esa planta que nacía sobre una baldosa de un balcón en un piso once, nacía de una baldosa rota, no de una maseta y¿ qué hace ahí?, ¿tiene derecho de ser? La planta no piensa en términos del derecho, ejerce su presencia desde un rincón de un balcón que nadie nunca verá, salvo que quiera, así como nació, sola, (sin que nadie la espere, ni la nutra, ni la siembre), ejerciendo meramente su potencia de ser ahí, donde nadie pensaba que pudiera una planta nacer, ahí nació y mi angustia al descubrirla, encontró su balcón y mi soledad un lugar. Pienso que es como Africa o como algo de lo que me dijo Michaux, y que me permitió decir algo de eso que no sé cómo explicar, y escribí
En Africa me encontrás, Africa que es como la noche, un bosquejo de la patria que no fue porque nunca quiso ser patria, quizás ser mar, no patria, ni propiedad, ni clases y la patria que no fue de noche, estalla semejante a lo digno, digno con la humildad de la catástrofe, reducida a la muerte que es como el sol la nombra del otro lado de la persiana, la nombra desde el escombro, pero no la entiende. Por eso debe ser que el sol no entra por mi ventana, me sumerjo en mí, que es casi como derribar la noche, hasta abrazarla y me quedo pensando en la muerte, eso que nos habita a todos, esa misma que ya nadie quiere y que nadie puede evitar, porque la muerte nos encuentra a todos igual, sin patria, sin clases, y que el sol escombrado nombra del otro lado de mi persiana.
Basta ya de noche. No quiero más esto, quiero eso otro que está en mí, aunque lo demorado o la perfección no lo entiendan y desde los escombros nazca la burla. No, ché, sabés, no puedo con esto, puedo con esto otro que se llama ritmo, no patria; para bailar de noche o de día (importa acaso cuándo se baila), puedo con esto otro que se llama ritmo, no patria, ojalá lo entiendas, es un deseo, no un poder, es un deseo digno, me dirías, pura potencia en mí, el canto desde Africa, diría Michaux, el grito más absurdo, más gurual ese que canto con mis mano al borde de un djembé abrazado de madera de algún árbol muerto que lucha por renacer en medio de una hermosa soledad que toca a mi puerta, inundando una cama insomne, plagada de ritmo.
Gute
martes, noviembre 16, 2010
El tifón colectivo
"La alegría es la efectuación de una potencia. Una vez más, no conozco ninguna potencia que sea mala: el tifón es una potencia, que debe regocijarse en su alma, pero no se regocija de destruir las casas, sino de ser. Regocijarse lo es de ser lo que se es, es decir, de haber llegado allí donde se está. Así que no se trata de la alegría de uno mismo, que no es una alegría. La alegría no es estar contento consigo mismo. En absoluto, no es el placer de estar contento consigo mismo: es el placer de la conquista, como decía Nietzsche. Pero la conquista no consiste en sojuzgar a la gente. La conquista es, por ejemplo, para un pintor, conquistar el color. Sí, eso es una conquista, sí. Ahí está la alegría. Aunque la cosa acabe mal, porque, en estas historias de potencia, cuando se conquista una potencia, o cuando se conquista algo en una potencia, aquello corre el riesgo de ser demasiado potente para la persona misma, que se vendrá abajo: Van Gogh".
Gilles Deleuze, Abecedario.
Foto Lobos, Prov de Buenos Aires, Argentina by Gute
yo conquisto un sonido
vos conquistás el aire
él conquista un color
nosotros conquistamos el mundo
ustedes y ellos, ¿qué importa?
...¿acaso importa?
El tifón colectivo
miércoles, octubre 27, 2010
martes, octubre 19, 2010
Pintura Uxmal Devenido (fragementos)
Las esquinas
desvían
derivan
Derriban
Cuidado dónde doblás
Porque después de esa esquina derribada, desviada, derivada de vos; después de vos puede haber un silencio y otros, y de otros, y otros; pero si son 3 otros (uno por cada esquina), ¡tené cuidado de no volverme a cruzar! cuidado por dónde doblás, por dónde pintás, por dónde mirás, por dónde cruzás.
Doblá, pero yo cruzo mejor; mejor no te vuelvo a cruzar.
lunes, septiembre 27, 2010
Aline y Tryó
Pela, no era ni pele, ni piel, ni por la; pela condesaba todo eso, unido a un paisaje hecho conjunto, colmado. Pela
Ahí entendió Aline que Tryó acabada de inventar una palabra.
“Me gusta tua pela”- le dijo. Pela que es como “tu piel por la que mi mano se desliza, una sensación tal linda”, todo eso junto es pela. “Me gusta tua pela, Aline”- le repitió Tryó al oído.
Aline sonrió, quiso olerlo una vez más para llenarse de su olor, cerró los ojos e inspiró profundo; pero suave (Tryó no tenía que darse cuenta de lo que estaba haciendo Aline). Eso de olerlo era también una forma de explotación y no quería, no quería extraer lo mejor de él. Y Aline se detuvo al borde de extraer todo su olor y volvió a sonreír, sin ninguna otra mezcla de emoción.
Tryó le preguntó si estaba bien. Aline bajó la mirada, se acercó más y le dijo que “sim”. Luego, lo besó en la frente, sobre su tercer ojo abreviado y olió su tercer ojo, hasta llegar a su mirada y ahí se detuvo Aline, se detuvo y lo miró y se trepó sobre él hasta llegar a su tercer ojo, como si el cuerpo de Tryó fuera una montaña.
Aline le dijo: “correte, ponete al medo”. Medo no era ni medio, ni miedo, era otra cosa, era “ponete al medio entre mi miedo y yo”. Tryó la beso y quedó detenido dentro da pele de ela, pela; y Aline dejándose pelar de medo.
Agustina Saubidet
jueves, septiembre 23, 2010
Bulnes, esto queda entre Pringles y paternal palermo
Pensé bastante. Debo admitir que lo que más recuerda mi cabeza de esas horas largas de charlas (y también de lluvia de domingo por ventana en paternal); lo que recuerda mi cabeza, fue tu forma de hablar sobre la docencia (claro, al mismo tiempo que encontraba los 9 cuentos de sallinger en tu pseudo mesa de luz, ¡qué buen libro! Un libro sin besos ni cachetadas, un libro sobre una pseudo mesa de luz). Y hablabas de la docencia y explicabas tan bien eso que yo siento y que nunca pude definir; y yo nunca pude decirte nada, esa noche madrugada mañana: No quería hablar, quería escucharte hablar (que es una poética manera de decirte que me hiciste callar, a mí que nadie me calla). Yo no pude decirte nada, lo único que te dije (mientras vos preparabas el café en ojotas ya casi al mediodía ya casi nublado (linda luz sobre tu cartelera cocina)), te dije, mientras vos preparabas café: “viste, esos momentos que no podés; pero esos momentos que no podés naaada”; y te reíste, con sonrisita de coté (esas cancheras que te salen). Me agradó escuchar que te rieras. Eso me hizo saber que vos eso lo habías sentido alguna vez, que lo habías pasado vos también y que por eso te reías, porque vos también habías sentido esos días en que “no se puede nada, pero nada…”y ahora, irónicamente (casi cínico), sonreías un poco melancólico tal vez; y otro poco, alegremente espontáneo, mientras preparabas el café.
Por eso los mails y la música: hay un silencio largo, pero lleno de ritmo y me gustaría contártelo por acá y no sé, tal vez te cuente (y te lo puedo contar porque no estás cerca que rima con algo moro) no sé, te podría contar que la percusión me cambió la vida, que encontré eso que quería y que por instinto siempre llevé.
Gute.
PD: Ojala no hayas tirado el tubo de pringles, y si fue así, dónde estés, comprate otro; pero no te comas todas las pringles, dejá algunas y partilas chiquitas (sino tenés arroz, suena bien igual, en cualquier ciudad medieval en dónde estés, aunque yo sigo prefiriendo el Caribe, y ahora ya sabés porqué, por los tambores, esos mismos que suenan en Salvador de Bahia).
Recuerdo la jota en portugués
Zumbido al oído
como jeito
eu gosto de teu jeito
teu jeito
de cara mora,
Cara, mora libre!