Pela, no era ni pele, ni piel, ni por la; pela condesaba todo eso, unido a un paisaje hecho conjunto, colmado. Pela
Ahí entendió Aline que Tryó acabada de inventar una palabra.
“Me gusta tua pela”- le dijo. Pela que es como “tu piel por la que mi mano se desliza, una sensación tal linda”, todo eso junto es pela. “Me gusta tua pela, Aline”- le repitió Tryó al oído.
Aline sonrió, quiso olerlo una vez más para llenarse de su olor, cerró los ojos e inspiró profundo; pero suave (Tryó no tenía que darse cuenta de lo que estaba haciendo Aline). Eso de olerlo era también una forma de explotación y no quería, no quería extraer lo mejor de él. Y Aline se detuvo al borde de extraer todo su olor y volvió a sonreír, sin ninguna otra mezcla de emoción.
Tryó le preguntó si estaba bien. Aline bajó la mirada, se acercó más y le dijo que “sim”. Luego, lo besó en la frente, sobre su tercer ojo abreviado y olió su tercer ojo, hasta llegar a su mirada y ahí se detuvo Aline, se detuvo y lo miró y se trepó sobre él hasta llegar a su tercer ojo, como si el cuerpo de Tryó fuera una montaña.
Aline le dijo: “correte, ponete al medo”. Medo no era ni medio, ni miedo, era otra cosa, era “ponete al medio entre mi miedo y yo”. Tryó la beso y quedó detenido dentro da pele de ela, pela; y Aline dejándose pelar de medo.
Agustina Saubidet