Me he dado cuenta de que la muerte tiene olor. Me di cuenta cuando hablé con Laura, le hermana del electricista que hizo trabajos en casa (yo suelo hablar mucho con la gente, sobre todo cuando puedo pasar un rato y me gusta pasar rato con gente).
El asunto es que Laura vino hasta casa a ver cómo habían terminado el trabajo, después caminamos un par de cuadras juntas y sentí ese olor y me contó de su enfermedad, que tiene cáncer, hace años, que lucha mucho por vivir, que hace 10 años que lucha.
Me acordé de mi abuela, de los chicos de cromagnon, pensé en Laura y en su olor y me pregunté si ella lo percibiría.
Es un olor difícil de describir. No es un olor feo, un olor sucio, es un olor a plástico denso, a remedio…no sé, hay quien dice que es olor a flores de cementerio. Yo no podría definirlo con exactitud, tendría que volverlo a oler para describirlo con mayor precisión, pero la verdad es que preferiría no olerlo nunca más.
No es como el olor a la canela que no me gusta y detesto cuando al capuchino lo arruinan con eso. La canela me da asco; pero puedo olerla (no mueve ninguna emoción, simplemente no me gusta); en cambio el olor a muerte no puedo dejar se sentirlo y de percibir un único sentido cada vez que lo huelo: la muerte anda cerca.
Hoy otros olores que me gustan mucho más. El olor a verano que está por llegar e invade todo buenos aires. Es un olor nítido, claro, cálido; me hace sonreír, rejuvenecer, me aliviana, sobre todo cuando ese primer viento de primavera, de finales de octubre, entra en mis fosas nasales.
Ojalá uno pudiera mezclar estos olores. No sé, mezclar el olor a muerte con el olor a verano y tal vez hacer de eso, un olor a vida nueva, menos mortificante y sin canela, por favor.
Agustina Saubidet Bourel
9 comentarios:
hsssssssssssssssssssss!
y el olor al viento del sur???
Sonoio, no te entendí, será una cuestión cerebral o un mensaje entre ssssss. Saluditos. Gute
Sebastián: jajajaja, tenés razón, me olvidé del olor del viento sur. Se ve que tengo que viajar más seguido. Saludos. Gute
La muerte no se si tiene olor...la muerte en sí no huele. Los recuerdos, sí: Se nutren de formas iridiscentes y se pierden los sentidos, los de los muertos y los de los que quedamos.
Nada es más imperecedero que el aroma de la ropa, el aroma de la vida que se estacionó allí para demostrar que anduvo entretenida en un corazón que latía.
(Los silencios y la espera de encontrar en alguna esquina esos ojos, ese andar, esa huella corpórea)
Eso esperamos y es imposible.
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"La píldora de la vida, ¿cuál es?"
Y mientras la buscamos alocadamente, lloramos.
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¿Yo? "En un mundo que no encaja..."
hermoso, Anónimo. Me encantó. Saludos. Gute
Gracias Gute...es que los reveses y las pérdidas a destiempo, prematuramente, dan rabia, descalabran...los cielos son tormentosos.
Me gusta mucho tu estilo, así, claro, sencillo y de extrema poesía.
(La oscuridad en las palabras es para pocos y los conocemos y admiramos todos)
No es fácil escribir cristalinamente; es igual a sentir de la misma manera,
por eso me resulta imprescindible darme una vuelta por acá...de a ratos...de a instantes para encontrar alguna brújula.
(Yo, atravesada por un rayo cromañonesco, no soy la misma)
En fin...
Abrazo a tu lugar y a vos.
Cecilia
P.D.: "...pero tu estrella no está mas, se la llevó la mañana..."
Cecilia: Te agradezco muchísimo tus palabras. La verdad que no sé reconocer bien cuál es mi estilo y tu comentario me hace pensar, cosa que agredezco por sobre todo, pensar.
Creo que se escribe como se siente, al menos ese es mi estilo, para complicaciones ya tenemos bastantes cosas. Las emociones son eso, emociones, simples, cristalinas y esa es la mejor brújula.
Gracias por visitarnos! te esperamos cuando quieras.
Un abrazo.
Gute
A ver si yo puedo ser clara (cosa harto imposible).
Es melódico leerte, es igual que escuchar una música con todos sus movimientos alineados...sin nada fuera de lugar. Eso descansa. Interpretar entre líneas me gusta hacerlo con los próceres de la literatura, pero con mis iguales, me agota un poco.
Creo que allí radica tu mayor valor y en la esperanza, por más que tus textos vociferen...por momentos...
Yo dejé mucho en el camino, quizás mimetizándome de tanto leer, pero escribo siempre con un corazón roto y crípticamente la más de las veces.
(Y es inevitable)
Y claro que seguiré pasando! pero lo haré casi siempre silenciosamente. Esta vez dejé mi huella porque había notado hace tiempo, tus referencias a los chicos de Cromagnon.
Un abrazo bloguero!!
Cecilia
Gracias Gute por tus palabras.
Un abrazo!
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