lunes, junio 15, 2009

Momentos

Hay momentos que con el tiempo se vuelven receptáculos de otros momentos.
Cuando me quise dar cuenta ya no podía salir del cuarto (otro lado que nadie habita más que yo).
En broma o en serio, supe que era definitivo.

Por el puro deleite del juego, decidiste cruzar la calle con los ojos cerrados.
Todo cayó entonces, como si estuviera en planta baja, sin hacer demasiado ruido; y entonces te volviste el contenido de los mejores momentos de mi vida; así, en silencio, como el mar y las piedras y un colchón ahumado.


Agustina Saubidet

2 comentarios:

Carolina dijo...

es hermoso Gute,
De todas maneras, voy a tratar de no leerte los días que hacen de domingos. Son tan marrones a veces que, cuando leo algo como lo que acabo de leer, alcanzo la cúspide de la sensibilidad.

Bizomáticas dijo...

Cracias, Polillas...tal vez sea demasiado, o tal vez sean demasiados domingos. Un abrazo enorme. Gute