Era de noche, apenas de noche, hay días que son apenas de noche. Toma su gamulán de cuello marcado y mangas frías (los gamulanes tardan en tomar calor) y abre la puerta.
Camina por el barrio como buscando una novedad que no parezca cotidiana, descubrir en su barrio un detalle que lo vuelva aún más barrio.Llega hasta la esquina de Sanchez de Bustamante y Charcas (justo ahí donde Bustamante casi desaparece, justo cuando su olor se vuelve de Almagro). Hacía rato no pasaba por esa esquina pintada.
Cinco rostros de hombres, que bien podrían ser él, lo miran sin mirarlo desde el muro. El hombre cruza la calle y los observa mejor a la distancia. Un poste de luz con un cartel de yoga interrumpe los rasgos de uno de ellos... Del rostro de otro, alguien ha destruido una gran parte de la pintura cerca de la nariz ….El hombre simplemente se limita a mirarlos con discreta atención.
Las esquinas no hablan, por eso son esquinas. El hombre no piensa eso, el hombre no piensa, por eso es hombre, por eso llora; por eso llora en una esquina (con lágrimas secas, como esos días que son casi de noche).
Agustina Saubidet y sus problemas de formatos
3 comentarios:
ah!!!
el formato
el estilo
un besote chicas
ah! no es Oh! menos jOJo. Besos, Sonoio. Gute
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