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sábado, octubre 31, 2009

Sinergia

Es sábado
y puedo sentir su sonido reiterado azotando los techos, las paredes y las ventanas de mi casa.
A veces con más intensidad, otras casi como una caricia.

Me gusta cuando el golpe es intenso y caudaloso y
las lágrimas coquetean con mis ojos, mi nariz y mi garganta,
casi como si respondieran a su ánimo por inundar todos mis sentidos.

No existe nada triste acerca de la lluvia
sin embargo,
es tal su parecido a la tristeza,
que verla danzar me conecta con una suerte de melancolía natural
(podría ser también una alegría desbordante
-lo que une es la emoción que nos desborda y se hace agua salada).
Y digo natural porque cualquier otra postura me parecería impostada,
porque pareciera ser que el fluir de la lluvia es el llanto,
tal vez por la ll o por las gotas,
tal vez por los golpes en nuestras paredes, nuestras ventanas y nuestros techos,
a veces tan fuertes como si amenazaran con derrumbarlos,
(pero no).


Ahí está. Seductoramente triste, conmovedora, una obra de arte instantáneo hecha para morir en un charco de agua. Escucho sus lamentos, sus truenos, sus carcajadas.
Escuchola, y sucumbo ante su encanto...
Lloro yo también.




LERI.-

miércoles, octubre 14, 2009

Cómplices (secretos de lluvia)

Tengo una ventana puerta matemática.

Compuesta por 28 cuadrados centrales, enmarcados por 22 rectángulos, 3 cuadrados esquineros -más pequeños-, y el cuarto, picaporte.

Mi ventana puerta es matemática y geométrica, es como una pantalla que juega a recortar lo que se ve más allá, a dividir sus partes en cuadrantes, como si ningún objeto pudiera abarcarse en su totalidad.

Mi ventana puerta es matemática, geométrica y es sabia.

Ayer llovió torrencialmente y esta mañana, al despertarme, encontré que no había ni un rastro de lluvia en todo el ventanal, salvo por el rectángulo más próximo a la puerta, el que se apoya sobre la pared donde descansaban las llaves del patio.
Curiosa y sorprendentemente, ese único rectángulo de mi ventana, mar de fondo para mis llaves, estaba lleno, repleto de gotas.

Mi ventana puerta es matemática, geométrica, sabia y quiere salir al patio- pensé.

Hasta que presentí que tal vez había sido la lluvia,
testigo misterioso aunque no inocente de
abrazos de amantes y cuerpos entrelazados,

Cucharita.

Tal vez había sido la lluvia que, cansada de mirar por la ventana, quiso para sí una pizca de amor, una medida de hogar.


Abro la ventana puerta matemática, geométrica, sabia… aunque se moje, aunque sea demasiado tarde;

Más no sea para gritar con ansias que la lluvia de los amantes es bienvenida a mojar mi casa, que el piso se limpia con infinita más facilidad de la que se desborran los abrazos amados en su honor.


Leri.-

viernes, septiembre 18, 2009

Entre Jack y Gute, gotas (diálogos fotográficos)

Vio qué luz de miércoles que hay hoy; digo, de jueves. Bah, luz de lluvia….de jueves de lluvia…“Me gusta la luz de lluvia…le diría, incluso, que mucho me gusta la luz de lluvia. Cada luz con cada foto con cada loco” con cada gota…nos gusta la luz de lluvia.


Don Jack y Gute


PD: las comillas le pertenecen a Jack, al igual que la foto. Muchas gracias, Don Jack! Hermosa foto, hermosas palabras, dignas de un día de dagas, digo, de lluvia.

lunes, julio 06, 2009

Llueve en Buenos Aires

Llueve y mucho y sin parar y llueve y me gusta y no me cansa (hay cosas que se repiten y no me cansan; otras se repiten dos veces y ya me cansaron, y no me refiero a esa música que me gusta y que puedo escucharla infinidad de veces).

Llueve y mis plantas se mojan, mis canteros, mis baldosas (ojalá no mi piso flotante porque intuyo que no sólo va a flotar sino a levitar)

Amo la lluvia, salvo cuando me moja el cigarrillo; me encanta que me moje el pelo, que me empape y sentir que la beso cuando algunas gotas queden detenidas en mis labios, eso me enamora (pero para eso tiene que llover mucho).

Me encanta dormir con la lluvia, abrazada a la almohada mirando hacia la ventana; o escucharla desde el living y verla caer tirada en el sillón, como ahora cuando veo como la lluvia ilumina mis baldosas…la lluvia ilumina todo, incluso esas cosas de la vida que no pueden mojarse, como mi piso ¡qué cagada que no te hayas bancado la lluvia! De bronca nomás te tiraría un balde lleno de arena y agua sobre tu piso flotante (con mucha más agua que arena) y me iría levitando por el cielo, mojando mis labios con la lluvia....y sonreiría feliz por la lluvia y también por arruinarte tu piso flotante.


Gute

PD: Sing for you- Tracy Chapman "Recuerdo que hubo un tiempo que solía cantar para vos" "...me hice cargo de tu luz..."

miércoles, febrero 27, 2008

Lluvia, ¿te gusta mojarte?

A la gente no le agrada mojarse. Le agradan los días de lluvia, pero no mojarse. Es como si les gustara amar sin besar, o como si les gustara fumar y no los cigarrillos.
La gente se resguarda para ver la lluvia desde su casa o desde el techo de una parada de colectivo, o debajo de un paraguas o en una carpa en la playa.
A mí, en cambio, me gusta mojarme y no los paraguas. Me gusta fumar cigarrillos de cualquier marca. No concibo amar sin besar, en cualquiera de sus formatos. No concibo escribir sin ese espacio en donde acontece el silencio mismo, esa abundancia de palabras.
En fin, a la gente no le gusta mojarse. Tal vez porque tienen miedo de agarrar lo que les gusta, y quedarse atrapados.
Gute

Gracias Gon, nuevamente, gracias http://www.flickr.com/photos/gonzalo_ar/