jueves, enero 21, 2010

Hilvanando incongruencias

Ok entendí. La cosa no era nada sencilla, eso lo sabíamos todos de antemano, es como ordenarse después de un gran desorden; como la casa que queda después de la fiesta, que parece otra casa; como un auto después de un viaje corto; como escribir forzando las palabras; como ese olor a perfume impregnado en un pañuelo hindú

Hay imágenes que pueden decirlo todo, yo prefiero el silencio, pero el silencio de la marcha…

Había varios métodos, matarlo, matarse, qué puede decirse sobre lo que no hay

Y ¿yo?, estos abecedarios me los sé de memoria

Por algo se dice: “tiempo loco”

Vaciarme de mí, hasta que no quede nada

Antaño era otro tiempo, más despacio, más lento,

bastante alejado de la inmediatez de los mensajes “de testo”

¿Puede añorarse acaso aquello que no conocimos?, exacto, una idiotez tan obvia; como decir: “quiero ser feliz” que es casi como una locura en el tiempo, como el viaje corto del pañuelo hindú, como el olor del desorden y la casa, la fiesta, lo que queda, aunque a veces uno sienta que no queda nada, ni la nata pegada a la cuchara.


Gute

5 comentarios:

justicia dijo...

pasen y firmen.

justiciaporloschicosdecromanon.blogspot.com

Mobtomas dijo...

Qué Hércules ni que nada, sus doce trabajos se quedan enanos ante la rutina. Que el reporte, que el recorte, que la comida y la salida (que casi nunca llega a tiempo). Y esto es vivir. Quedan las fugas artificiales, los recorridos en grupos, hacerle al turista con varios ancianos ansiosos y los deportes extremos empaquetados. Una big mac existencial. Pero eso sí, todos sienten que vivieron al máximo. ratoncitos en un laberinto con reloj en las paredes. Hilvanando cosas desdichadas o deshilachadas. Mal como el tamal. ¿O será bien como el también? Sepa cuál es la cuestión. Homelete.

Bizomáticas dijo...

Mauri, clap clap. Abrazo a vuestro homme et let.
Sepa que se lo extraña.
Gute

Adrian dijo...

y cuando pasa lo que pasa, y yo no estoy sin que pase, pero porque pasa?
Saludos gute

Bizomáticas dijo...

pasa porque sí, Adro. beso