Enojo, empaco...valijas sin ropa
Trueque, tregua, sonrisas...
Números, sucesiones, sucesivos encuentros
Periódicos desencuentros ..3,33 que nunca llega a diez pero casi, diría un ingeniero, pero no es lo mismo, es casi.
No entiendo, ni a te, ni a me...no entiendo
Y me empaco también. Tan bien que dejo de saber por qué me empaqué; o lo sé, pero deja de importarme. Me importa más esto de no poder acercarnos, porque no entiendo, y me empaco y el 3,33 me cansa, me duele, me jode, me pica como el pulóver de lana sobre la piel sin que medie un pedacito benevolente de algodón. Quiero que me saques el pulóver porque me pica y no importa que me veas así, sin ropa, sin pulóver, sin empaco...me jode que me veas cuando me pica, cuando me empaco, cuando me jode, cuando me jode que siempre sea 3,33 con vos, o conmigo misma...
Nos acercamos, nos alejamos, nos perdemos; y siempre las llaves, el tiempo medido, el beso medido, el paso medido, el desencuentro desmesurado.
Tan claro, sin embargo es por momentos, cuando escapamos de esa lógica de la mesura: vos y yo charlando el auto; vos sentado sobre mis piernas y yo acostada mirándote; y no estabas lindo, estabas bonito y no había ni pulóver y todo daba diez aunque fueran las 4.
Es tan claro cuando logramos reírnos de eso que nos jodió, de esas deudas del pasado que nunca se pagan bien del todo...
Sigo preguntándome si nos daremos tiempo para encontrarnos; si podremos escribir algo distinto, pero vos y yo; si podremos dejar de lado la ceguera del tiempo pasado y así sin antifaces, ni anteojeras, ni pulóveres, ni abismos, abramos el telón y descubramos...
Gute
domingo, enero 15, 2006
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